El Señor le dice a Luisa Piccarreta el 14 de Agosto de 1926, poco después de que los primeros 19 volúmenes recibieron el Imprimatur y Nihil Obstat de la Iglesia:
“Has de saber que para que mi Suprema Voluntad sea conocida, he debido preparar las cosas, disponer los medios, arrollar al Obispo…
“Hija mía buena (escribe Luisa), han sido apenas las primeras gotas del conocimiento del Querer Divino, en comparación con el gran mar que ha manifestado de su Divina Voluntad, y el demonio se ha llenado de tanta rabia que hasta en el Vaticano se ha hecho sentir y ha vencido, hasta hacer que los prohiban (los tres libros publicados), porque si el ”FIAT" Divino será
conocido, el reino del enemigo se acabará; por éso es su rabia
“Hija mía, tú no sabes la razón, pero Yo la sé y ahora te la digo a ti. Mi Humanidad no tuvo reposo, y en mi mismo sueño no tuve tregua, sino que intensamente trabajaba, y esto porque debiendo dar vida a todos y a todo, y rehacer en Mí todo, me convenía trabajar sin interrumpir un instante, y quien debe dar vida debe ser un continuo movimiento y un acto jamás interrumpido, así que Yo estaba en continuo acto de hacer
El 4 de Marzo de 1947, Luisa cumple su anhelo mas profundo al dejar este mundo y participar del Triunfo de la Divina Voluntad.
Recibe amada Luisa este pequeño Homenaje, de los capítulos que nos dibujan tu Gran Misión y ruega por nosotros para que seamos fieles a este inmerecido Don.
Luisa posee (y nos ofrece) un tesoro sumamente precioso en su pobre vasija de barro: en primer lugar, la Pasión de Jesús en ella, y seguidamente el Querer Divino que reina en ella.
(Llamamiento de Luisa, escrito como prefacio a sus escritos)
Mi dulce Jesús, aquí estoy, en tus brazos, para pedirte ayuda.
¡Ah, Tú conoces la amargura de mi alma, cómo me sangra el corazón, mi grande repugnancia de dejar que se haga público lo que Tú me has dicho sobre tu Santísimo Querer! ¡La obediencia se impone! Tú lo quieres, y yo, aunque quedara triturada, me siento obligada por una fuerza suprema a hacer este sacrificio.
La realidad histórica de Adán, único cabeza de la humanidad, responsable por sí y por todos de la respuesta a Dios, figura “de Aquel que había de venir”, Jesucristo, es un elemento fundamental en la Revelación cristiana.
En estos escritos se le hace justicia a la verdad acerca de Adán, a su creación, al primer periodo de su vida en estado de “justicia original”, a su caída con todas las consecuencias y su verdadera rehabilitación, contra toda fantasiosa doctrina evolucionista y poligenista.
“Hija mía, el título que darás al libro que publicarás sobre mi Voluntad será éste: «EL REINO DE MI DIVINA VOLUNTAD EN MEDIO DE LAS CRIATURAS. LIBRO DE CIELO. LA LLAMADA A LA CRIATURA AL ORDEN, A SU LUGAR Y A LA FINALIDAD PARA LA QUE FUE CREADA POR DIOS». (...) Por eso aquel o aquella que se preste a dar a conocer mi Voluntad será mi portavoz, y Yo le comunicaré los secretos de su Reino”. (27.08.1926)
Comentarios recientes.