Aunque nuestro compañero inseparable a lo largo de toda la vida es el dolor, poco nos hemos familiarizado con el, a continuación vamos a ir descubriendo como atraves de él, podemos llegar a asemejarnos más con Jesús transformándolo en amor, siempre y cuando seamos capaces de adentrarnos en los sentimientos más íntimos de su amoroso corazón.
El conocimiento que Luisa nos presenta sobre este tema, da mucha luz para comprender esta paradoja.
Que modelo tan hermoso el que se presenta en esta figura, recorrer los diversos escritos para ir encontrando los pequeños espacios en donde están las descripciones de El Germen Divino, y encontrar estas lecturas resulta una enseñanza que llena el alma de nuevas y esperanzadoras lecciones.