Quien está en la Divina Voluntad abrazando todo, rezando y reparando por todos, toma para sí sola el Amor que Dios tiene para todos. Quien está del todo en la Divina Voluntad no está sujeto a tentaciones.
Esta mañana mi siempre amable Jesús al venir me ataba con un hilo de oro diciéndome:
Celestial Artífice Divino, háblanos siempre del Divino Querer, suminístranos a cada momento sus conocimientos,
oh paciencia invicta de la Voluntad de Dios, velada por tantos siglos en todas las cosas creadas, Celestial Artífice Divino, háblanos siempre del Divino Querer, suminístranos a cada momento sus conocimientos,