Oh San José, asistidme con vuestra poderosa intercesión. Obtened para mí, de vuestro Divino Hijo, Nuestro Señor, todas las bendiciones espirituales que necesito. A fin de que, habiendo conseguido, aquí en la tierra, la ayuda de vuestro poder celestial, pueda ofrecer mi gratitud y homenaje, al Padre más Amoroso.
2º Cor.3, 18 Todos llevamos los reflejos de la gloria del Señor sobre nuestro rostro descubierto, cada día con mayor resplandor, y nos vamos transformando en imagen suya, pues Él es el Señor del Espíritu.
Estaba rezando fundiéndome toda en Jesús, y quería en mi poder cada pensamiento de Jesús para poder tener vida en cada pensamiento de criatura, para poder reparar con el mismo pensamiento de Jesús, y así de todo lo demás. Y mi dulce Jesús me ha dicho:
En el camino de Regreso a casa del Padre, una de las prácticas más importantes es la de aprender a Orar en la Divina Voluntad, no se trata de decir o de leer determinadas oraciones o expresiones de Luisa, que tal vez se puedan aprender hasta de memoria, por mas que sean para nosotros modelos en su contenido; ni mucho menos es aprender un método. Se trata mas bién de un espíritu, que determina una nueva actitud del alma.