Exelente idea, de compartirnos de una manera amena los escritos.
y por eso:
Jesús te dice:
“Hija mía Mariu. ¿sabes por qué estoy tan contento? Toda mi alegría, mi fiesta, es cuando te veo escribir, veo verter en las palabras escritas mi gloria, mi Vida, el conocimiento de Mí que se multiplica siempre más, la Luz de la Divinidad, la Potencia de mi Voluntad, el desahogo de mi Amor, todo lo veo puesto en el papel, y Yo en cada palabra siento la fragancia de todos mis perfumes, después veo aquellas palabras escritas correr, correr en medio de los pueblos para llevar nuevos conocimientos, mi Amor desbordante, los secretos de mi Querer; ¡oh! cómo me alegro por ello, tanto, que no sé que te haría cuando escribes; y conforme tú escribes cosas nuevas sobre Mí y sobre lo que se relaciona conmigo, así Yo voy inventando nuevos favores para recompensarte y me dispongo a decirte nuevas verdades para darte nuevos favores.
Yo he amado siempre de más y he reservado gracias más grandes a quienes han escrito de Mí, porque ellos son la continuación de mi Vida evangélica, los portavoces de mi palabra, y lo que no dije en mi evangelio me lo reservé para decirlo a quien habría escrito de Mí. Yo no terminé entonces de predicar, Yo debo predicar siempre, mientras existan las generaciones.” vol. 14,14. Febrero de 1922
Comentarios
Exelente idea
Enviado por Esperanza Melara el
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Exelente idea, de compartirnos de una manera amena los escritos.
y por eso:
Jesús te dice:
“Hija mía Mariu. ¿sabes por qué estoy tan contento? Toda mi alegría, mi fiesta, es cuando te veo escribir, veo verter en las palabras escritas mi gloria, mi Vida, el conocimiento de Mí que se multiplica siempre más, la Luz de la Divinidad, la Potencia de mi Voluntad, el desahogo de mi Amor, todo lo veo puesto en el papel, y Yo en cada palabra siento la fragancia de todos mis perfumes, después veo aquellas palabras escritas correr, correr en medio de los pueblos para llevar nuevos conocimientos, mi Amor desbordante, los secretos de mi Querer; ¡oh! cómo me alegro por ello, tanto, que no sé que te haría cuando escribes; y conforme tú escribes cosas nuevas sobre Mí y sobre lo que se relaciona conmigo, así Yo voy inventando nuevos favores para recompensarte y me dispongo a decirte nuevas verdades para darte nuevos favores.
Yo he amado siempre de más y he reservado gracias más grandes a quienes han escrito de Mí, porque ellos son la continuación de mi Vida evangélica, los portavoces de mi palabra, y lo que no dije en mi evangelio me lo reservé para decirlo a quien habría escrito de Mí. Yo no terminé entonces de predicar, Yo debo predicar siempre, mientras existan las generaciones.” vol. 14,14. Febrero de 1922