A quien vive en la Divina Voluntad, Jesús le da las llaves de sus tesoros. Vol. 7 - 17 de Julio 1906.
Esta mañana veía al bendito Jesús con una llave en la mano y me decía:
“Hija mía, esta llave es la llave de mi Voluntad; para quien vive en Ella le conviene que tenga la llave para abrir y cerrar según le plazca, y tomar lo que le agrade de mis tesoros, porque viviendo de mi Querer tendrá cuidado de ellos más que si fueran suyos, porque todo lo que es mío es suyo y no hará despilfarro de ello, más bien los dará a otros y tomará para ella lo que pueda darme más honor y gloria. Por eso te entrego la llave y ten cuidado de mis tesoros.”
Mientras esto decía, me sentía toda inmersa en la Divina Voluntad, tanto, que no veía otra cosa que Voluntad de Dios, y me la he pasado todo el día en este paraíso de su Voluntad. ¡Qué felicidad, qué alegría! Y durante la noche, encontrándome fuera de mí misma, continuaba en este ambiente, y el Señor ha agregado:
“Mira amada mía, para quien vive en mi Querer no hay gracia que salga de mi Voluntad hacia todas las criaturas del Cielo y de la tierra, en que ella no sea la primera en tomar parte. Y esto es natural, porque quien vive en la casa de su padre abunda de todo, y si los que están fuera reciben alguna cosa, es de lo que les sobra a aquellos que viven dentro.”