
…Estaba escribiendo las horas de la Pasión y pensaba entre mí: “Cuántos sacrificios para escribir estas benditas horas de la Pasión, especialmente por tener que poner en el papel ciertos actos internos que sólo entre yo y Jesús han pasado, ¿cuál será la recompensa que Él me dará por esto?”
Y Jesús haciéndome oír su voz tierna y dulce me ha dicho: “Hija mía, en recompensa por haber escrito las horas de mi Pasión, por cada palabra que has escrito te daré un beso, un alma”. Y yo: “Amor mío, esto a mí, y a aquellos que las harán, ¿qué les darás?”
Y Jesús: “Si las hacen junto Conmigo y con mi misma Voluntad, por cada palabra que reciten les daré también un alma, porque toda la mayor o menor eficacia de estas horas de mi Pasión está en la mayor o menor unión que tienen Conmigo, y haciéndolas con mi Voluntad, la criatura se esconde en mi Querer, y actuando mi Querer puedo hacer todos los bienes que quiero, aun por medio de una sola palabra, y esto cada vez que las hagan”. En otra ocasió Vol. 11-80 Octubre, 1914
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