Tanto en la Creación como en la Redención, Dios hizo primero las cosas menores como preparación de las mayores; éstas, como la Resurrección del Señor, son figura del Reino de su Divina Voluntad.
(...)“Hija mía, no te preocupes, Yo seré vigilante custodio, porque me cuestan demasiado, me cuestan mi Voluntad, la Cual entra en estos escritos como vida primaria.