"Jesús mío, vengo en Ti y me fundo en la Divina Voluntad, para agradecer junto contigo al Padre por el don inefable de María, nuestra Madre. En Ti encuentro todos los actos de amor que Tú mismo le diste desde toda la eternidad.
Me uno a tu amor eterno que manifiestas cuando recreas como el Padre concibió a María en Su mente divina desde toda la Eternidad, tan pura, tan perfecta, tan llena de gracia. Me uno a tu júbilo al verla creada como la obra maestra:
Pongo mi Te Amo, Te Adoro, Te Alabo a nombre mío y de todos mis hermanos.
- En su Inmaculada Concepción, preservada de toda mancha
- En su plenitud de gracia, donde el Padre depositó todos sus dones.
- En su Fiat perfecto que abrió las puertas a la Redención
- En cada latido de su Corazón Inmaculado que solo latió con tu mismo amor
Y en Ti, pongo mi agradecimiento y el de todas las generaciones que la llaman bienaventurada. Unida:
- A cada Ave María que se ha rezado y se rezará recordando ese sublime momento de la Anunciación.
- A cada acto de amor que Ella te dio
- A la entrega incondicional que hizo de su Voluntad humana al Padre.
- A la participación y acompañamiento de tus penas y dolores
- Al las alabanzas de todos los ángeles y Santos que la veneran como su Reina
- Al amor de todos los que la reconocen como Madre
Te pido que este giro de agradecimiento por María se multiplique infinitamente en tu Voluntad, por cada don que el Padre depositó en Ella, por cada acto que Ella realizó en tu Divina Voluntad, por su maternidad Divina y por su maternidad sobre todas las criaturas.
Todo este agradecimiento te lo doy, Padre, en Jesús y con María, junto con todos, donde se hace perfecto y eterna tu Divina Voluntad."
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