Giro completo en la Divina Voluntad

Imagen de Mariu

Toda la Creación contiene el te amo de Jesús. 

El alma en la Divina Voluntad debe dar la correspondencia con su te amo en todo.

 

 Me sentía muy afligida porque el día de hoy mi sol Jesús no ha despuntado sobre mi pobre alma.  ¡Oh Dios, qué pena, pasar un día sin sol, siempre noche!  Entonces, mientras me sentía traspasada en el alma, he tenido el bien de mirar el cielo estrellado y entre mí decía:

 “¿Cómo es que no recuerda ya nada mi dulce Jesús?  Yo no sé cómo la bondad de su corazón puede tolerar el no hacer surgir el sol de su amable presencia, mientras que me decía que no habría podido estar sin venir a su pequeña hija, porque los pequeños no pueden estar largo tiempo sin el padre; son tantas sus necesidades, que el padre está obligado a estar con ellos para vigilarlos, custodiarlos y nutrirlos. 

¡Ah! no recuerda cuando transportándome fuera de mí misma y llevándome por la bóveda de los cielos, en medio de las esferas celestes y paseando junto con Él yo imprimía mi te amo en cada estrella, en cada esfera.

 ¡Ah! me parece ver en cada estrella mi te amo; me parece que esos centelleos de luz que se forman alrededor de las estrellas resuenan entre ellos mi te amo Jesús, sin embargo Él no lo escucha, no viene, no hace despuntar su sol, que eclipsando todas las estrellas, con mi te amo forme uno solo con el de Él, y elevándome de nuevo en medio de las esferas celestiales imprima un nuevo te amo Jesús. 

¡Ah, estrellas! gritad fuerte, haced resonar mi te amo, para que Jesús, oyéndolo, venga a su pequeña hija, a la pequeña exiliada. 

¡Oh! Jesús, ven, dame la mano, hazme entrar en tu Santo Querer a fin de que llene toda la atmósfera, el cielo azul, la luz del sol, el aire, el mar, todo, todo con mi te amo, con mis besos, a fin de que en cualquier lugar donde Tú estés, si miras, mires mi te amo y mis besos; si oyes, oigas mi te amo y el chasquido de mis besos; si hablas y respiras, respires mis te amo y mis besos angustiados; si obras, en tus manos corran mis te amo; si caminas, pises mi te amo y el sonido de mis besos bajo tus pasos; mi te amo sea la cadena que te atraiga hacia mí y mis besos sean imán potente que, quieras o no quieras te fuercen a visitar a aquélla que no puede vivir sin Ti”.  

¿Pero quién puede decir mis tantos desatinos?  Ahora, mientras esto pensaba, mi adorable Jesús, todo bondad ha venido y mostrándome su corazón abierto me ha dicho:

 “Hija mía, apoya tu cabeza sobre mi corazón y repósate, pues estás muy cansada, y después giraremos juntos para hacerte ver mi te amo esparcido por todo lo creado”.

 Entonces yo me he abrazado a Él, y apoyaba mi cabeza sobre su corazón para reposarme, pues sentía extrema necesidad.  Después, encontrándome fuera de mí misma, pero siempre estrechada a su corazón ha agregado:

 “Hija mía, quiero que tú, que eres la hija primogénita de mi Suprema Voluntad, conozcas cómo toda la Creación, sobre las alas de mi Querer Eterno lleva mi te amo a las criaturas, y las criaturas, sobre las mismas alas de mi Voluntad, haciéndola ellas, deberían darme la correspondencia de su te amo. 

Mira el cielo azul, no hay punto en el que no esté sellado un te amo mío hacia la criatura: 

Cada estrella y su centelleo que le forma corona están tachonadas de mis te amo; el rayo de sol, mientras se alarga hacia la tierra para llevar la luz, cada gota de luz lleva mi te amo, y en cuanto la luz invade la tierra y el hombre la mira, le camina encima, mi te amo le llega en los ojos, en la boca, en las manos y se extiende bajo los pies. 

El murmullo del mar murmura te amo, te amo, te amo, y cada gota de agua son teclas, que armonizando entre ellas forman las más bellas armonías de mi infinito te amo; las plantas, las hojas, las flores, los frutos, tienen impreso mi te amo, así que la Creación toda lleva al hombre mis repetidos te amo.  Y el hombre mismo, ¿cuántos mis te amo no tiene impresos en todo su ser?  Sus pensamientos están sellados por mi te amo; el latido de su corazón que le resuena en el pecho con aquél misterioso sonido, tac, tac, tac, es un te amo mío jamás interrumpido que le dice te amo, te amo; sus palabras son seguidas por mi te amo; sus movimientos, sus pasos y todo lo demás, contienen un te amo mío, sin embargo, en medio de tantas oleadas de mi amor no sabe elevarse para darme su correspondencia a mi amor.  

¡Qué ingratitud, y cómo mi amor queda doliente!  Por eso hija mía te he elegido como hija de mi Querer, a fin de que como hija fiel defiendas los derechos de tu Padre. 

Mi amor quiere absolutamente la correspondencia del amor de la criatura, por lo tanto en mi Voluntad encontrarás todos mis te amo, y tú, siguiéndolos, imprimirás tu te amo en el mío, por ti y por todos. 

¡Oh! cómo estaré contento al ver el amor de la criatura fundido con el mío, por eso te doy mi Querer en tu poder, a fin de que todo el amor que he dado en la Creación me lo corresponda una criatura, defendiendo así los derechos de mi amor”.  Volumen 16 Agosto 1º de 1923.