Oraciones como respuesta

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Celestial Artífice Divino, háblanos siempre del Divino Querer, suminístranos a cada momento sus conocimientos, 

oh paciencia invicta de la Voluntad de Dios, velada por tantos siglos en todas las cosas creadas, Celestial Artífice Divino, háblanos siempre del Divino Querer, suminístranos a cada momento sus conocimientos, 

oh paciencia invicta de la Voluntad de Dios, velada por tantos siglos en todas las cosas creadas, que Tu Voluntad sea conocida, y se rompan sus tantos velos que la esconden y haz conocer qué cosa ha hecho durante tantos siglos por amor del hombre, dinos cosas inauditas, Tus excesos de amor jamás pensados por nadie,

oh Verdadera Vida de todas las cosas creadas, Te agradecemos porque por medio de ti reciben la vida todos, que esta vida sea conocida por todos para que venga el Reino del Eterno Fiat.  Tu Voluntad sea conocida, y se rompan sus tantos velos que la esconden y haz conocer qué cosa ha hecho durante tantos siglos por amor del hombre, dinos cosas inauditas, Tus excesos de amor jamás pensados por nadie,

oh Verdadera Vida de todas las cosas creadas, Te agradecemos porque por medio de ti reciben la vida todos, que esta vida sea conocida por todos para que venga el Reino del Eterno Fiat. Amen

 

Oh Buen Jesús, circúndanos a todos con la ternura de Tu Humanidad, enciérranos en Tu Corazón Humano y Divino, Vida y acto primero de todas las criaturas, que tus pequeños vivan en ese acto primero y se cobijen en el sagrado manto de la Soberana del Cielo, que no dio jamás vida a su querer. Encerramos en EL, todos los pensamientos, miradas, palabras, obras, pasos y latidos, a fin de que todos amen y pidan junto con nosotros los más pequeños, que establezca pronto el Reino del Divino Querer; nos fundimos a las oraciones de la Mamá Santa, de la Hija del Divino Querer y de todas las Santas de todos los tiempos, que en la potencia infinita invisten todo para que se forme el Verdadero Sol entre el Cielo y la tierra. Fiat

 

“Jesús, vida mía, ocupémonos por ahora del reino de tu Querer, a fin de que te consueles, yo sé que tu alegría, tu fiesta, es el darte ocasión para hacerte hablar de él, por eso, junto conmigo corran tus actos en los míos, a fin de que con la luz de tu Querer invistan más que sol a todas las criaturas, y yo pueda constituirme acto por cada acto, pensamiento por cada pensamiento, encerraré todo, tomaré como en un puño todos sus actos para hacer todo lo que ellas no te hacen, y así encontrarás todo en mí y tu aflicción se alejará de tu corazón.”

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25 DE SEP.1914

“Hija mía, cuando  el  alma reza  en  mi Voluntad, todas  las  cosas  y  todos  los seres creados ponen atención, suspenden todo,  hacen callar  a  todo,  y  mientras están todos atentos para admirar el acto hecho en la Divina  Voluntad, siguen todos juntos la plegaria; la potencia de Ella llama y se impone sobre todo, de modo que todos hacen la misma cosa.

Si se unieran todas las otras plegarias para compararlas con una simple oración hecha en mi Voluntad, ésta  sobrepasa  a  todas, porque  posee  una  Voluntad  Divina,  un poder inmenso, un valor incalculable, Yo mismo me siento investido de tal plegaria, y como veo que es mi Voluntad que reza, siento su potencia que me funde en aquella misma oración.

Así  que  si  no se obtienen las gracias por medio  de  la  plegaria  hecha  en   mi Voluntad,  que  es plegaria universal y Divina, si  la  Justicia  Divina no queda aplacada y continúan lloviendo los flagelos sobre la tierra, significa  que  esa  es la Voluntad de Dios, y que en vez de hacer descender aquellas gracias, hace descender los efectos de Ella en las almas. Y si con ésta  no  se  obtiene,  mucho  menos  se obtendrá con otras plegarias no hechas en mi Voluntad, que no contienen ni potencia divina  ni  fuerza  universal”.

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Estaba ofreciendo  mis pobres oraciones al bendito Jesús  y pensaba entre mi a quien seria  mejor que  Jesús  bendito las aplicara. Entonces  El benignamente me dijo: "Hija mía, las oraciones hechas junto conmigo y con mi misma Voluntad pueden darse a todos  sin excluir a  ninguno,  y todos reciben su parte y sus efectos como si fueran ofrecidas  por uno solo; pero actúan  según las disposiciones de las criaturas.  Como la comunión o como mi Pasion, para todas y cada una Yo las doy, pero los efectos son  según  las disposiciones  de ellas, y si las reciben diez, no es menor el fruto que si las reciben cinco. Así es la oracion  hecha  junto conmigo y con mi Voluntad".Volumen 11 - 25 de Septiembre 1914

 

ORACION PARA INVOCAR LA VENIDA DEL QUERER DIVINO A REINAR EN LA TIERRA

Desciende, oh QUERER SUPREMO. Yo soy la primera que te llamo: ¡Ven a reinar en la tierra! Tú, que creaste al hombre sólo para que hiciera tu Querer, que él, ingrato, rompió, rebelándose a Ti, ven a vincular nuevamente esta voluntad humana a Ti, a fin de que el Cielo y la tierra y todo quede reordenado en Ti

¡Oh, cómo quisiera dar mi vida para que tu Querer sea conocido! Quisiera elevar mi vuelo en sus interminables confines, para llevarle a cada criatura su beso eterno, su conocimiento, sus bienes y su valor, y tus gemidos inenarrables de querer venir a reinar en la tierra, para que, conociéndote, te reciban con amor y, festejándote, te hagan reinar!

¡OH QUERER SANTO!, con tus rayos luminosos deja escapar las flechas de tu conocimiento. Hazles conocer a todos que Tú vienes a nosotros para hacernos felices, pero no con una felicidad humana, sino divina, para darnos el dominio perdido de nosotros mismos, y esa Luz que hace conocer el verdadero Bien para poseerlo y el verdadero mal para huir de él; que nos hace firmes y fuertes, pero con una fortaleza y una estabilidad divinas. 

Establece la corriente entre la Voluntad Divina y la humana, y con el pincel de tu mano creadora pinta en nuestras almas esos rasgos divinos que perdimos separándonos de ella. Tu Querer nos pintará dándonos esa frescura que nunca envejece, esa belleza que nunca se decolora, esa luz que nunca se oscurece, esa Gracia que siempre crece, ese Amor que siempre arde y que nunca se apaga.

¡OH QUERER SANTO!, ábrete paso, ábrete el camino para hacerte conocer; manifiesta a todos Quién eres Tú y el bien inmenso que quieres hacer a todos, a fin de que atraídos y arrebatados por un bien tan grande, todos puedan hacerse presa de tu Voluntad, y así podrás libremente reinar ASI EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO.

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