La realidad histórica de Adán, único cabeza de la humanidad, responsable por sí y por todos de la respuesta a Dios, figura “de Aquel que había de venir”, Jesucristo, es un elemento fundamental en la Revelación cristiana.
En estos escritos se le hace justicia a la verdad acerca de Adán, a su creación, al primer periodo de su vida en estado de “justicia original”, a su caída con todas las consecuencias y su verdadera rehabilitación, contra toda fantasiosa doctrina evolucionista y poligenista.