Quien no recibe los bienes de Dios es un ingrato. Dudas y dificultades.
Después de haber escrito lo que esta dicho arriba me sentía toda compenetrada y más que nunca aniquilada, y habiéndome puesto a rezar, mi siempre amable Jesús ha venido y estrechándome fuerte a su corazón me ha dicho: