«Y ahora una palabra a todos los que leáis estos escritos... Os pido, os suplico que recibáis con amor lo que Jesús quiere daros, es decir, Su Voluntad.
Pero para daros la Suya, quiere la vuestra; de lo contrario, no podrá reinar aquella. Si supieseis... ¡Con este amor mi Jesús quiere daros el don más grande que exista en el Cielo y en la tierra, como es Su Voluntad!