LOS 9 COROS DE LOS HIJOS DE LA LUZ.
Estaba pensando en el Santo Querer Divino, y miles de pensamientos se acumulaban en mi pobre mente, parecían como tantas luces más fuertes que surgían y que después se unificaban en la misma Luz del Sol eterno de aquel Fiat que no conoce ocaso; ¿pero quién puede decir lo que pensaba?
Pensaba en los tantos conocimientos que Jesús me había dicho acerca de su Divina Voluntad y cómo cada uno de ellos lleva una Vida Divina al alma, con la marca de una rara belleza, de felicidad, pero distinta la una de la otra, que pone en común con quien tiene el bien de conocerla y amarla.
Así que pensaba entre mí: “Un conocimiento de más o de menos pondrá una gran diferencia entre un alma y otra.”
Entonces sentía pena al recordar a mis confesores difuntos que tanto interés habían tenido de hacerme escribir lo que el bendito Jesús me decía sobre la Divina Voluntad, sentía pena del venerable padre Di Francia que tantos sacrificios había hecho con venir de lejos afrontando gastos para la publicación, y en el momento más importante para conseguirlo Jesús se lo llevó al Cielo, así que no conociendo ellos todo lo que respecta al Fiat, no poseerán todas las Vidas y rareza de bellezas y felicidad que estos conocimientos contienen.
Pero mientras mi mente se perdía en tantos pensamientos, que si los quisiera decir todos me extendería demasiado, mi dulce Jesús ha extendido sus brazos dentro de mi interior, y expandiendo luz me ha dicho:
“Hija mía, así como tengo la jerarquía de los ángeles con nueve coros distintos, así tendré la jerarquía de los hijos del reino de mi Fiat Divino.
Ese reino tendrá sus nueve coros y se distinguirán el uno del otro por la variedad de las bellezas que habrán adquirido con el conocer, quién más y quién menos, los conocimientos que pertenecen a mi Fiat, por eso cada conocimiento de más de mi Querer Divino es una nueva creación que forma en las criaturas de felicidad y de belleza incomparable, porque es una Vida Divina que corre dentro, que lleva en Sí todos los matices de las bellezas de Aquél que las manifiesta, y todas las teclas y sonidos de las alegrías y felicidad de nuestro Ser Divino.
Así que si nuestra Paterna Bondad expone su Vida, su Belleza y felicidad hasta crearla en medio a las criaturas, y ellas no se interesan en conocerla para tomarla por medio de nuestros conocimientos que ya les dimos, no es justo que reciban ni la belleza, ni los sonidos de nuestras alegrías como dotes propias; tomarán lo que hayan conocido, por eso habrá varios coros en la jerarquía del reino de mi Voluntad Divina.
Si supieras qué diferencia habrá entre quien lleva mis conocimientos desde la tierra, y entre quien los adquirirá en el Cielo; los primeros los tendrán como dotes propias y se verá en ellos como naturaleza las bellezas divinas, y se oirán los mismos sonidos de las alegrías y felicidades que hace oír y forma su Creador; en cambio en los segundos, no será ni naturaleza en ellos, ni dotes propias, sino que los recibirán por efecto de comunicación de los anteriores, casi como la tierra recibe los efectos del sol, pero ella no posee la naturaleza del sol.
**** Entonces aquellos que poseerán todos los conocimientos formarán el coro más alto, y así según conozcan vendrán formados los diversos coros.****
Pero todos aquellos que hayan adquirido estos conocimientos, sea en todo o en parte, tendrán el noble título de hijos de mi reino, porque estos conocimientos sobre mi Fiat, para quien tiene el bien de conocerlos para hacer de ellos vida propia, tienen virtud de ennoblecer a la criatura y hacer correr en su alma los humores vitales de la Vida Divina, y de elevarla a su origen primero, y son como el pincel del hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, y pintan la imagen del Creador en la criatura.
Sin importar quien conozca de más o quien de menos, no será destruida su nobleza, sucederá como por ejemplo de una familia noble que tiene muchos hijos, algunos de estos hijos se dan al estudio, otros a las bellas artes, así que éstos se elevan de más, tienen puestos altos y decorosos, son más conocidos, amados y estimados, porque por las ciencias que poseen hacen más bien en medio de las gentes, lo que no hacen los otros hermanos, pero con todo y que éstos con sus sacrificios se elevan tanto, no destruye el que los otros hermanos sean nobles, porque todos llevan en ellos la sangre noble de su padre, por eso visten noblemente, tienen modos nobles en el obrar y en el hablar, en todo, así serán los hijos de mi Fiat, todos nobles, perderán la rudeza del querer humano, los míseros harapos de las pasiones; las tinieblas de las dudas, de los temores, serán puestas en fuga por la luz de mis conocimientos, y arrojará a todos en un mar de paz.
Entonces tus confesores pasados a la otra vida serán como el preludio de los hijos de mi Voluntad, porque el primero se sacrificó tanto y trabajó por ayudar al pequeño campo de tu alma, y si bien en ese entonces Yo poco te hablaba de mi Fiat, porque primero debía disponerte, él será como el primer precursor, como el alba que anuncia el día del reino de mi Voluntad; el segundo y el tercer confesor, que tanto tomaron parte y conocieron en gran parte los conocimientos de Ella y tanto sacrificio hicieron, especialmente el tercero, que amaba tanto el que fueran conocidos y que tanto se sacrificó en escribir, serán como sol que despunta, que poniéndose en curso forma el día pleno de luz; aquellos que siguen serán como el pleno mediodía del gran día de mi Voluntad; según el interés que han tenido y tendrán, serán puestos quien a la primera hora del día de mi Querer, quien a la segunda, quien a la tercera y quien al pleno mediodía.
¿Y crees tú que la memoria del padre Di Francia, sus tantos sacrificios y deseos de hacer conocer mi Voluntad, hasta haber iniciado la publicación, sólo porque me lo he traído al Cielo será apagada en esta gran obra de mi Fiat Divino? No, no, es más, el tendrá el primer puesto, porque él con venir de lejos, vino como en busca de la cosa más preciosa que pueda existir en el Cielo y en la tierra, del acto que más me glorifica, es más, que me dará gloria completa por parte de las criaturas y ellas recibirán bienes completos, él preparó el terreno para hacer que fuese conocida mi Voluntad Divina, tan es verdad, que no ahorró nada, ni gastos, ni sacrificios, y aunque no tuvo cumplimiento la publicación, sólo con iniciarla preparó los caminos para hacer que un día pueda ser conocida y tener vida la obra de mi Voluntad en medio a las criaturas.
¿Quién podrá destruir que el padre Di Francia haya sido el primer iniciador en hacer conocer el reino de mi Voluntad, y sólo porque su vida se apagó no tuvo cumplimiento la publicación?
Así que cuando se conozca esta gran obra, su nombre, su memoria estará llena de gloria y de esplendor y tendrá su acto primero en una obra tan grande, tanto en el Cielo como en la tierra.
En efecto, ¿por qué existe una batalla y casi cada uno suspira la victoria de vencer en retener los escritos sobre mi Fiat Divino?
Porque él se llevó los escritos para publicarlos, si esto no hubiera sido, ¿quién habría hablado de ello?
Ninguno, y si él no hubiese hecho comprender la importancia, el gran bien de estos escritos, ninguno se habría interesado.
Por eso hija mía, mi bondad es tanta, que premio sobreabundantemente el bien que hace la criatura, especialmente en esta obra de mi Voluntad que tanto me interesa.
¿Qué cosa no daré a quien se ocupa y se sacrifica por poner a salvo los derechos de mi eterno Fiat? Excederé tanto en el dar, que haré maravillar al Cielo y a la tierra.”
Yo al oír esto pensaba entre mí: “Si tanto bien contienen estos conocimientos, si Jesús bendito continúa después de mi muerte a decir otros conocimientos de su Fiat a otras almas, ¿no se atribuirá a aquélla una obra tan grande?”
Y Jesús moviéndose como de prisa en mi interior ha agregado:
“No, no hija mía, así como del padre Di Francia se dirá que ha sido el primer propagador, de tus confesores que han sido cooperadores, así se dirá que la pequeña hija de mi Voluntad ha sido la primera y la depositaria de un bien tan grande, a la cual le venía confiado, y que fue escogida con misión especial.
Supón a alguien que haya hecho una invención importante, tal vez los demás la propaguen, la difundan más, la imiten, la engrandezcan, pero ninguno podrá decir: ‘Yo soy el inventor de esta obra.’
Siempre se dirá, el inventor fue tal. Así será de ti, se dirá que el origen del reino de mi Fiat, la depositaria ha sido la pequeña hija de mi Voluntad.”