Lo que la Divina Voluntad hace en quien vive en ella

Imagen de Mariu

Efectos del fundirse en Jesús.

 Estaba rezando fundiéndome toda en Jesús, y quería en mi poder cada pensamiento de Jesús para poder tener vida en cada pensamiento de criatura, para poder reparar con el mismo pensamiento de Jesús, y así de todo lo demás.  Y mi dulce Jesús me ha dicho:

 “Hija mía, mi Humanidad sobre la tierra no hacía otra cosa que unir cada pensamiento de criatura con los míos, así que cada pensamiento de criatura se repercutía en mi mente, cada palabra en mi voz, cada latido en mi corazón, cada acción en mis manos, cada paso en mis pies, y así de todo lo demás; con esto daba al Padre reparaciones divinas.  Ahora, todo lo que hice en la tierra lo continúo en el Cielo, y conforme las criaturas piensan, sus pensamientos se vierten en mi mente; conforme miran, siento sus miradas en las mías, así que pasa entre ellas y Yo como una electricidad continua, como los miembros están en continua comunicación con la cabeza, y digo al Padre:  “Padre mío, no soy sólo Yo que te ruego, que reparo, que satisfago, que te aplaco, sino que hay otras criaturas que hacen en Mí lo que hago Yo, más bien suplen con su sufrir a mi Humanidad, que gloriosa es incapaz de sufrir”.

 El alma con fundirse en Mí repite todo lo que hice y continúo haciendo, ¿pero cuál será el contento de estas almas que han hecho su vida en Mí, abrazando junto Conmigo todas las criaturas, todas las reparaciones, cuando estén conmigo en el Cielo?  Su vida la continuarán en Mí, y conforme las criaturas piensen o me ofendan con los pensamientos, estos pensamientos se repercutirán en su mente y continuarán con las reparaciones que hicieron en la tierra; serán junto Conmigo ante el trono divino, los centinelas de honor, y conforme las criaturas me ofendan en la tierra, ellas harán los actos opuestos en el Cielo, vigilarán mi trono, tendrán su puesto de honor, serán las que más me comprenderán, las más gloriosas, su gloria estará toda fundida en la mía y la mía en la de ellas.  Así que tu vida esté toda fundida en la mía, no hagas ningún acto que no lo hagas pasar en Mí, y cada vez que tú te fundas en Mí, Yo derramaré en ti nueva gracia y nueva luz, y me haré vigilante centinela de tu corazón, para tenerte alejada cualquier sombra de pecado, te custodiaré como a mi misma Humanidad, mandaré a los ángeles que te hagan corona, a fin de que quedes defendida de todo y de todos”.  Vol. 12 MARZO 18 DE 1917

 

 

El volcarse en la Divina Voluntad y fundirse en Jesús, forma benéfico rocío sobre todas las criaturas.  

 Estaba fundiéndome en mi dulce Jesús para poderme difundir en todas las criaturas y fundirlas todas en Jesús, y yo me ponía entre las criaturas y Jesús para impedir que mi amado fuera ofendido y que las criaturas lo pudieran ofender.  Ahora, mientras esto hacía me ha dicho:

 “Hija mía, en cuanto te vuelcas en mi Voluntad y te fundes en Mí, así en ti se forma un sol; conforme vas pensando, amando, reparando, etc., se forman los rayos, y mi Voluntad como fondo se hace corona de estos rayos y se  forma el sol, el cual elevándose en el aire, se vuelve benéfico rocío sobre todas las criaturas, así que por cuantas más veces te fundes en Mí, tantos soles de más vas formando.  ¡Oh, cómo es bello ver estos soles, que elevándose, elevándose, quedan fundidos en mi mismo Sol y hacen llover rocío benéfico sobre todos!  ¿Cuántas gracias no reciben las criaturas?  Yo estoy tan complacido y arrobado por esto, que en cuanto se funden en el mío, Yo lluevo sobre ellas abundantes rocíos de toda clase de gracias, de modo que puedan formar soles más grandes para poder derramar más abundantemente este benéfico rocío sobre todas las criaturas”.

 Y conforme yo me fundía, sentía llover sobre mi cabeza luz, amor, gracias. Vol. 12 del 18 de Abril de 1917.

 

Para quien hace la Voluntad de Dios,

todo está en acto presente.

 

 Estaba fundiéndome en mi dulce Jesús, pero me veía tan miserable que no sabía qué darle, y mi siempre amable Jesús para consolarme me ha dicho:

 “Hija mía, para quien hace mi Voluntad no existe pasado ni futuro, sino que todo está en acto presente, y así como todo lo que hice y sufrí está todo en acto presente, así que si quiero dar satisfacción al Padre, o hacer el bien a las criaturas, puedo hacerlo como si en acto estuviera sufriendo y obrando; así lo que puede sufrir o hacer la criatura en mi Voluntad, se unifica ya en mis penas y en mis obras y se hacen una sola, y el alma cuando quiere testimoniarme su amor con sus penas, puede tomar las penas sufridas otras veces, que están en acto, y dármelas para duplicar su amor, sus satisfacciones hacia Mí; y Yo al ver el ingenio de la criatura que pone como en un banco para multiplicar sus actos y ganar intereses para darme amor y satisfacciones, para enriquecerla mayormente y no dejarme vencer en amor, le daré mis penas, mis obras multiplicadas, para darle amor y hacerme amar”.  Vol. 12 Julio 17 1917

 

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El alma que vive en la Divina Voluntad

vive en Jesús y a expensas de Él.

 

 Continuando mi habitual estado, trataba de verterme toda en el Santo Querer de Jesús, y le pedía que Él se vertiera todo en mí, de manera de no sentirme más a mí misma, sino todo Jesús.  Entonces el bendito Jesús ha venido y me ha dicho:

 “Hija mía, cuando el alma vive de mi Voluntad y todo lo que hace lo hace en mi Querer, Yo me la siento por todas partes, me la siento en la mente, sus pensamientos corren en los míos, y como Yo difundo la vida de la inteligencia en las criaturas, ella se difunde junto Conmigo en las mentes de las criaturas, y cuando ve que me ofenden ella siente mi dolor; me la siento en mi latido, más bien siento un latido en dos en mi corazón, y conforme mi amor se vierte en las criaturas, ella se vierte junto Conmigo y ama Conmigo, y si no soy amado, ella me ama por todos para corresponderme en el amor y me consuela; en mis deseos siento el deseo del alma que vive en mi Querer; en mis obras siento las suyas, en todo; así que puede decir que vive de Mí, a expensas de Mí”.

 Y yo:  “Amor mío, Tú haces todo por Ti mismo y no tienes necesidad de la criatura, ¿por qué entonces amas tanto que la criatura viva en tu y de tu Querer?”

 Y Jesús:  “Cierto que de nada tengo necesidad y hago todo por Mí mismo, pero el amor para tener vida quiere su desahogo.  Supón un sol que no tiene necesidad de luz porque tiene suficiente para sí y para los demás, pero habiendo otras pequeñas luces, a pesar de que no tiene necesidad las quiere en sí como compañía, para desahogarse y para engrandecer a las pequeñas luces, ¿qué injuria no harían las pequeñas luces si lo rechazaran?  ¡Ah, hija mía, la voluntad cuando está sola es siempre estéril; el amor aislado languidece y se apaga, y Yo amo tanto a la criatura que la quiero unida con mi Voluntad para hacerla fecunda, para darle vida de amor; y en esto Yo encuentro mi desahogo, porque sólo para desahogarme en el amor he creado a la criatura, no para otra cosa, y por eso esto es todo mi empeño!” Vol. 12 de 18 Julio 1917.

 

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Jesús purifica al alma para

admitirla a vivir en su Voluntad.

 

 Continuando mi habitual estado me lamentaba con Jesús y al mismo tiempo le pedía que pusiera fin a tantos castigos, y Jesús me ha dicho:

 “Hija mía, ¿te lamentas?  Sin embargo es nada todavía, vendrán los grandes castigos, la criatura se ha vuelto insufrible, bajo los castigos se rebela más, y ni siquiera quiere reconocer que es mi mano que castiga, no tengo otros medios que usar que exterminarla, así podré quitar tantas vidas que apestan la tierra y me matan la creciente generación, por tanto no esperes el fin por ahora, sino más bien otros males peores, no habrá parte de la tierra que no sea empapada de sangre”.

 Yo al oír esto me sentía lacerar el corazón, y Jesús queriéndome consolar me ha dicho:

 “Hija mía, ven en mi Voluntad para hacer lo que hago Yo, y en mi Querer podrás correr para bien de todas las criaturas, y desde dentro de la sangre donde nadan  podrás salvarlas con la potencia de mi Querer, de modo que me las traerás lavadas por su propia sangre con el sello de mi Voluntad”.

 Y yo:  “Vida mía, soy tan mala, ¿cómo puedo hacerlo?”

 Y Jesús:  “Tú debes saber que el acto más noble, más sublime, más grande, más heroico, es hacer mi Voluntad y obrar en mi Querer, por eso, a este acto al que ningún otro podrá igualar, Yo le hago gala de todo mi amor y generosidad, y en cuanto el alma se decide a hacerlo, Yo, para darle el honor de tenerla en mi Querer, en el acto en el que los dos quereres se encuentran para fundirse el uno en el otro y hacerse uno solo, si está manchada la purifico, y si las espinas de la naturaleza humana la envuelven, las destrozo; si algún clavo la traspasa, esto es, el pecado, Yo lo pulverizo, porque nada puede entrar de mal en mi Voluntad; es más, todos mis atributos la invisten y le cambian la debilidad en fortaleza, la ignorancia en sabiduría, la miseria en riqueza, y así de todo lo demás.  en los otros actos permanece siempre alguna cosa de sí, pero en éstos queda el alma despojada de toda sí misma, y Yo la lleno toda de Mí”. Vol. 12 .-  25 de Julio 1917

 

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La Divina Voluntad hace feliz al alma,

aun en medio de las más grandes tempestades.

 

 Continuando mi habitual estado, mi siempre amable Jesús ha venido, y estando yo muy afligida por las continuas amenazas de peores castigos, y por sus privaciones, me ha dicho:

 “Hija mía, anímate, no te abatas demasiado, mi Voluntad vuelve al alma feliz aun en medio de las más grandes tempestades, más bien se eleva tan alto, que las tempestades no la pueden tocar, si bien las ve y las siente.  El lugar donde ella mora no está sujeto a tempestades, sino que es siempre sereno y con sol radiante, porque su origen está en el Cielo, su nobleza es divina, su santidad está en Dios, donde está custodiada por Dios mismo, porque celoso de la santidad de esta alma que vive de mi Querer, la custodio en lo más íntimo del corazón y digo:  Nadie me la toque, porque mi Querer es intangible, es sagrado, y todos deben hacer honor a mi Querer”. Vol. 12.-  6 Agosto 1917 

 

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