Las sonrisas de Jesús cuando vea a las primicias, las hijas de su Querer

Imagen de Mariu

La sonrisa de Jesús cuando vea las primicias, las hijas de su Querer,   vivir no en el ambiente humano, sino en el ambiente Divino.

 Encontrándome en mi habitual estado, mi siempre amable Jesús ha venido y me ha rodeado el cuello con su brazo; después se ha acercado a mi corazón, y tomándose entre sus manos su pecho, lo apretaba sobre mi corazón y de ahí salían ríos de leche, y de esos ríos de leche llenaba mi corazón, y después me ha dicho:

 “Hija mía, mira cuánto te amo, he querido llenar todo tu corazón de la leche de la gracia y del amor, así que todo lo que dirás y harás no será otra cosa que el desahogo de la gracia de la que te he llenado.  Tú nada harás, sólo pondrás tu querer en mi Voluntad y Yo haré todo; tú no serás otra cosa que el sonido de mi voz, la portadora de mi Querer, la destructora de las virtudes en modo humano y la que hará resurgir las virtudes en modo divino, selladas por un punto eterno, inmenso, infinito”.

 Dicho esto ha desaparecido.  Poco después ha regresado y yo me sentía toda aniquilada, especialmente al pensar en ciertas cosas que no es necesario decir aquí.  Mi aflicción era extrema, y decía entre mí:  “¿Es posible que suceda esto?  ¡Ah, Jesús mío, no lo permitas!  Tal vez Tú quieras la voluntad, pero no el acto de este sacrificio, y además, en el duro estado en el que me encuentro no aspiro a otra cosa que al Cielo”. 

Y Jesús saliendo de mi interior ha sollozado; aquel sollozo se repercutía en el Cielo y en la tierra, pero mientras estaba por terminar el sollozo, ha tenido una sonrisa, que igual que el sollozo se repercutía en el Cielo y en la tierra.  Yo he quedado encantada y mi dulce Jesús me ha dicho:

“Amada hija mía, a tanto dolor que las criaturas me dan en estos tristes tiempos, tanto que me hacen llorar, y siendo llanto de un Dios por eso se repercute en el Cielo y en la tierra, pero este dolor se sustituirá por una sonrisa que llenará de alegría Cielo y tierra, y esta sonrisa despuntará sobre mis labios cuando vea las primicias, las hijas de mi Querer, vivir no en el ambiente humano sino en el ambiente divino, las veré selladas todas por el Querer eterno, inmenso, infinito; veré aquel punto eterno que tiene vida sólo en el Cielo correr sobre la tierra, y modelar las almas con sus principios infinitos, con el obrar divino, con la multiplicación de los actos en un solo acto; y así como la Creación salió del Fiat, así en el Fiat será completada, así que sólo las hijas de mi Querer, en el Fiat completarán todo, y en mi Fiat que tomará vida en ellas, tendré amor, gloria, reparaciones, agradecimientos y alabanzas completas, y por todo y por todos. 

Hija mía, las cosas, de donde salen allá regresan, todo salió del Fiat, y en el Fiat vendrá todo a Mí.  Serán pocas, pero en el Fiat todo me darán”. Vol. 12 del 7 de enero 1921.

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