La palabra de Jesús es sol.
En estos días pasados no había escrito nada de lo que Jesús me había dicho; sentía un desgano, y Jesús al venir me ha dicho:
“Hija mía, ¿por qué no escribes? Mi palabra es luz, y así como el sol resplandece en todos los ojos, de modo que todos tienen luz suficiente para todas sus necesidades, así cada palabra mía es más que un sol, que puede ser luz suficiente para iluminar cualquier mente y enfervorizar cualquier corazón. Así que cada palabra mía es un sol que sale de Mí, que por ahora te sirve sólo a ti, pero escribiéndola servirá para otros; y tú no escribiéndola vienes a sofocar este sol en Mí, y a impedir el desahogo de mi amor y todo el bien que podría hacer un sol”.
Y yo: “¡Ah, Jesús mío! ¿Quién irá a valorar las palabras que Tú me dictas?”
Y Él: “Esto no debe interesarte a ti, sino a Mí, y aunque no fueran valoradas, lo que no será, los tantos soles de mis palabras surgirán majestuosos, poniéndose para bien de todos; en cambio, si no las escribes impides que el sol surja, y harías tanto mal como uno que pudiera impedir que el sol surgiera sobre el cielo azul, ¿cuántos males no haría a la tierra? Él a la naturaleza, y tú a las almas. Además, es gloria del sol resplandecer majestuoso y tomar como en un puño la tierra y a todos con su luz, el mal es para quien no la aprovecha. Así será del sol de mis palabras, será gloria mía el hacer surgir tantos diferentes soles encantadores y bellos por cuantas palabras digo, el mal será para quien no las aproveche”.Vol. 12 del 27 de Dic. 1918
Luisa siente repugnancia de publicar los escritos. Lamentos de Jesús.
Haciendo copiar, según la obediencia del confesor, de mis escritos lo que Jesús me había dicho sobre las virtudes, yo quería hacerlo copiar sin decir que me lo había dicho Jesús, y Él al venir, disgustándose me ha dicho:
“Hija mía, ¿por qué quieres ocultarme? ¿Soy Yo acaso un deshonrado y por eso no quieres que se haga mención de Mí? Cuando se dice un bien, un dicho, una obra, una verdad de una persona deshonrada, no se quiere decir quién sea para no hacer perder la estima, la gloria, el prestigio y el efecto que hay en aquel bien, en aquel dicho, etc., porque si se dice quién es, no será apreciado y perderá todo lo bello, sabiendo que la fuente de donde viene no merece ningún aprecio, en cambio, si es persona de bien y honorable, primero se dice el nombre de la persona para hacer resaltar y apreciar mayormente lo que ha dicho o hecho, y después se dice lo que ha hecho o dicho. ¿Así que Yo no merezco que mi nombre sea puesto por delante de mis palabras? ¡Ah, cómo me tratas mal! No esperaba esta pena de ti, y sin embargo he sido tan magnánimo contigo, te he manifestado tantas cosas de Mí, te he hecho conocer tantas cosas, y las más íntimas de Mí, lo que no he hecho con los demás. Deberías haber sido más magnánima en hacerme conocer, en cambio has sido la más tacaña. Los otros, aquél poco que les he dicho, habrían querido tocar trompetas para hacerme conocer y amar, en cambio tú quieres ocultarme, esto en verdad no me agrada”.
Y yo, casi confundida y humillada a lo sumo le he dicho:
“Mi Jesús, perdóname, Tú tienes razón, es la gran repugnancia que siento, ese deber poner mi voluntad en el modo como debo salir me tortura. Tú ten piedad de mí, dame más fuerza y gracia y ensancha más mi corazón, a fin de que jamás pueda darte esta pena”.
Y Jesús: “Te bendigo a fin de que tu corazón reciba más Gracia y sea más dado en hacerme conocer y amar”. Vol. 14 del 30 de Julio 1922.
Importancia del orden en estos escritos. Dios es orden. La belleza del alma que obra en el Querer Supremo.
Esta mañana mientras me encontraba en mi habitual estado, no sé si fue sueño, veía a mi confesor difunto y me parecía que tomaba alguna cosa torcida de dentro de mi mente, y la reparaba y la enderezaba. Yo le he preguntado por qué hacía eso, y él me ha dicho:
“He venido para decirte que seas atenta al orden, porque Dios es orden, y basta una frase, una palabra de lo que te dice el Señor que no esté en el orden, y podrá suscitar dudas y dificultades en quien pueda leer lo que escribes sobre su adorable Voluntad”.
Yo al oír esto he dicho: “¿Acaso sabe usted que he escrito cosas desordenadas hasta ahora?”
Y el confesor: “No, no, pero sé atenta para el futuro, haz que las cosas que escribes sean claras y simples como te las dice Jesús, y nada omitas, porque basta una pequeña frase, una palabra que falte de las que te dice Jesús, o que la escribas diversamente, para que falte el orden; porque esas palabras servirán para dar luz, para hacer comprender con más claridad, y para ligar el orden de las verdades que el buen Jesús te manifiesta. Tú eres fácil a omitir algunas pequeñas cosas, mientras que las cosas pequeñas unen a las grandes, y las grandes a las pequeñas, por eso sé atenta en el futuro para que todo esté ordenado”.
Dicho esto ha desaparecido y yo he quedado un poco pensativa. Después estaba abandonándome toda en el santo Querer Divino, y mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
“Hija mía, cómo es bello ver a un alma obrar en mi Voluntad, ella sumerge su acción, su pensamiento, su palabra en mi Voluntad, es como una esponja que impregnándose de todos los bienes que el Querer Supremo contiene, se ven en el alma tantos actos divinos que irradian luz, y casi no se sabe distinguir si son actos del Creador o de la criatura, y como se han impregnado de esta Voluntad eterna, han absorbido en ellos la potencia, la luz y el modo del obrar de la Majestad Eterna. Mírate cuán bella te ha hecho mi Querer; y no sólo esto, sino que en cada acto tuyo me encierro a Mí mismo, porque encerrando a mi Querer, todo encierras”.
Yo me he mirado, y ¡oh! cuánta luz salía, pero lo que más me ha impresionado y dado gusto ha sido ver a mi Jesús encerrado en cada acto mío, su Voluntad lo aprisionaba en mí. Vol. 17 del 14 de Junio de 1924
JESÚS BENDICE ESTOS ESCRITOS.
“Hija mía, mira cómo es bello el Sol de mi Voluntad, qué Potencia, qué maravilla, no apenas el alma se quiere fundir en Ella para abrazar a todos, mi Querer transformándose en Sol hiere al alma y forma otro Sol en ella, y ella conforme forma sus actos forma sus rayos para herir al Sol de la Suprema Voluntad, y envolviendo a todos en esta luz, por todos ama, glorifica, satisface a su Creador, y lo que es más, no con amor, gloria y satisfacción humanas, sino con amor y gloria de Voluntad Divina, porque el Sol de mi Voluntad ha obrado en ella. Mira qué significa hacer los actos en mi Voluntad, esto es el vivir en mi Querer: Que el Sol de mi Voluntad, transformando en Sol a la voluntad humana, obre en ella como en su propio centro”.
Después, mi dulce Jesús iba tomando todos los libros escritos sobre su Divino Querer, los ponía juntos, se los estrechaba al corazón, y con una ternura indecible ha agregado:
“Bendigo de corazón estos escritos, bendigo cada palabra, bendigo los efectos y el valor que ellos contienen; estos escritos son una parte de Mí mismo”.
Después ha llamado a los ángeles, los cuales se han puesto rostro en tierra a rezar, y como estaban presentes dos padres que debían ver los escritos, Jesús ha dicho a los ángeles que tocaran sus frentes para imprimir en ellos el Espíritu Santo, y así infundirles la luz para poderlos hacer comprender las verdades y el bien que hay en estos escritos. Los ángeles lo han cumplido y Jesús, bendiciéndonos a todos ha desaparecido. Vol. 17 de Sep.17 de 1924.
El bien que harán los escritos acerca de la Divina Voluntad.
Jesús y su Voluntad son inseparables, y Ésta vuelve inseparable
de Jesús a quien se deja dominar por Ella.
Estaba pensando entre mí en ciertas cosas sobre la Voluntad de Dios, que el buen Jesús me había dicho y que las han publicado, y en consecuencia corren entre manos de quien las quiere leer. Sentía tal vergüenza en mí que me daba una pena indescriptible y decía:
“Amado bien mío, ¿cómo has permitido esto? Nuestros secretos, que por obedecer he escrito y sólo por amor tuyo, están ya a la vista de los demás, y si continúan publicando otras cosas yo me moriré de vergüenza y de pena. Y después de todo esto, como premio a mi duro sacrificio me has tan dolorosamente dejado. ¡Ah! si Tú hubieras estado conmigo habrías tenido piedad de mi pena y me habrías dado la fuerza”.
Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús ha salido de dentro de mi interior, y poniéndome una mano en la frente y otra en la boca, como si quisiera detener tantos pensamientos desconsoladores que me venían, me ha dicho:
“Calla, calla, no quieras ir más allá, no son cosas tuyas sino mías, es mi Voluntad que quiere hacer su camino para hacerse conocer. Mi Voluntad es más que sol, y para esconder la luz del sol se necesita mucho, más bien es del todo imposible, y si la detienen por un lado, ella supera el obstáculo que le han puesto enfrente, y conduciéndose por otros lados, con majestad hace su camino, dejando confundidos a quienes querían impedir su curso, porque la han visto escapárseles por todas partes sin poderla detener.
Se puede esconder una lámpara, pero el sol jamás; tal es mi Voluntad, más que sol, y quererla tú esconder te resultará imposible. Por eso calla hija mía, y haz que el Sol eterno de mi Voluntad haga su curso, sea por medio de los escritos, de la publicación, de tus palabras y de tus modos; haz que Ella huya como luz y recorra todo el mundo, Yo lo suspiro, lo quiero.
Y además, ¿qué cosa han hecho salir de las verdades de mi Voluntad? Se puede decir que apenas los átomos de su luz, y si bien átomos todavía, si supieras el bien que hacen, ¿qué será cuando reunidas todas las verdades que te he dicho de mi Voluntad, la fecundidad de su luz, los bienes que contiene, unidos todos juntos formarán no los átomos, o el sol que despunta, sino su pleno mediodía? ¿Qué bien no producirá este Sol eterno en medio de las criaturas? Y Yo y tú estaremos más contentos al ver mi Voluntad conocida, amada y cumplida, por eso déjame hacer. Y además, no, no es verdad que te haya dejado, ¿cómo, no me sientes en ti?
¿No oyes el eco de mi oración en tu interior, que abrazo todo y a todos, sin que nadie me escape, porque todas las cosas y todas las generaciones son como un punto solo para Mí, y por todos Yo rezo, amo, adoro y reparo, y tú haciendo eco a mi oración te sientes como si tomaras en un puño a todos y a todo, y repites lo que hago?
¿Acaso eres tú quien lo hace, o bien tu capacidad? ¡Ah no, no! Soy Yo que estoy en ti, es mi Voluntad que te hace tomar como en un puño a todo y a todos y continúa su curso en tu alma. Y además, ¿quieres tú alguna cosa fuera de mi Voluntad? ¿Qué temes? ¿Que pudiera dejarte? ¿No sabes tú que la señal más cierta de que Yo habito en ti, es que mi Voluntad tenga su lugar de honor, que te domine y que haga de ti lo que quiere? Yo y mi Voluntad somos inseparables, y vuelve inseparable de Mí a quien se deja dominar por Ella”.Vol. 17 del 26 de Abril de 1925