¿Que podrá esperar Jesús del vivir la criatura en su Voluntad?

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Tema compartido en Facebook por el Dr. Salvador Thomassiny

 

Un tema dentro de la Divina Voluntad que resulta apasionante, es: ¿qué podrá esperar Jesús del vivir la criatura en su Voluntad? Luisa misma se lo pregunta de la siguiente manera:

 

Mi pobre y pequeña inteligencia la sentía llena por tantos pensamientos respecto a la Divina Voluntad, y pensaba entre mí: 

 

"¿Y por qué Jesús tienen tanto interés, insiste, suspira, pide y quiere que se pida que venga a reinar su Divina Voluntad?  Es verdad que para la criatura será la adquisición más grande, tener un su poder un Querer inmenso, una Potencia que no se agota jamás, un Amor que siempre arde, una Luz que no se extingue jamás, una Santidad que da en lo increíble y siempre crece, se puede decir que no le queda otra cosa qué desear ni poseer, porque todo lo posee, pero para Dios, ¿CUÁL PUEDE SER SU GANANCIA, SU GLORIA, SU HONOR?

 

La respuesta que le es dada, no sólo sorprende, sino que llena de estupor dada la grandeza de ella para Dios, y la inmedible ganancia para la criatura, oigamos:

 

"…Hija mía, hija amadísima de mi Voluntad, la razón, la causa, la finalidad por la que tanto suspiro que mi Divina Voluntad tome su puesto, su dominio y la haga de soberano en la criatura, ES PORQUE NUESTRO ENTE SUPREMO VA EN BUSCA DE ENCONTRARSE A SÍ MISMO EN LA PEQUEÑEZ HUMANA.  Piensa bien qué significa un Dios que va en busca de Sí mismo, pero, ¿dónde?  ¿Tal vez en la extensión de los cielos?  No.  ¿En la inmensidad de la luz que llena toda la tierra?  No.  ¿Acaso en la multiplicidad de las aguas del mar?  No.  Sino en el pequeño corazón humano; queremos esconder nuestra Inmensidad, nuestra Potencia, nuestra Sabiduría y todo nuestro Ser Divino en la criatura”. (32-15)

 

Para llegar a tener una visión exacta de lo que esto significa, debemos recorrer lentamente los escritos de Luisa, tratando de encontrar lecturas que nos vayan guiando en esta dirección, e irlas uniendo para que las verdades vertidas en ellos hagan camino en nuestra mente, y una vez comprendidas pasarlas a nuestra voluntad, donde se convertirán en naturaleza nuestra. Así que iniciemos por el libro 11:

 

(1) Continuando mi aflicción decía entre mí: “No me reconozco más, dulce vida mía, ¿dónde estás? ¿Qué cosa debería hacer para reencontrarte? Faltando Tú, amor mío, no encuentro la belleza que me embellece, la fortaleza que me fortifica, la vida que me vivifica, me falta todo, todo es muerte para mí, y la misma vida sin Ti es más desgarradora que cualquier muerte, ¡ah, es siempre morir! Ven Jesús, no puedo más. ¡Oh luz suprema, ven, no me hagas esperar más! Me haces sentir los toques de tus manos, y mientras hago por asirte me huyes; me haces ver tu sombra, y mientras hago por mirar dentro de la sombra la majestad, la belleza de mi Sol Jesús, pierdo sombra y Sol. ¡Ah, piedad, mi corazón está atormentado, está desgarrado en pedazos, no puedo vivir más! ¡Ah, si pudiera morir al menos!” Mientras esto decía, en cuanto ha venido mi siempre amable Jesús me ha dicho…:

 

A estas alturas, para Luisa, Jesús no sólo era el ser amado, no sólo se queja por no verlo, por el ansia de tenerlo cercano y de forma que sus sentidos pudieran tener contacto con Él, pues si ponemos atención, refiere a Jesús todo lo que ella es, y al no tenerlo en forma sensible, ella no se visualiza más, pues es un reflejo de Él. Las enseñanzas de su Jesús han comenzado a desarrollar su efecto, aunque aún siente su propio ser, pues si no lo ve ella no se reconoce más. Razón por la que Jesús inicia su enseñanza de la siguiente manera:

 

…(2) “Hija mía, estoy aquí dentro de ti, SI QUIERES RECONOCERTE VEN EN MÍ, Y DENTRO DE MÍ VEN A RECONOCERTE; SI VIENES EN MÍ A RECONOCERTE TE PONDRÁS EN EL ORDEN, PORQUE EN MÍ ENCONTRARÁS TU IMAGEN HECHA POR MÍ Y SEMEJANTE A MÍ, ENCONTRARÁS TODO LO QUE SE NECESITA PARA CONSERVAR Y EMBELLECER ESTA IMAGEN, y viniendo a reconocerte en Mí, reconocerás también al prójimo en Mí, y viendo cómo te amo a ti y cómo amo al prójimo, te elevarás al grado del verdadero amor divino, y todo, dentro y fuera de ti, las cosas tomarán el verdadero orden, que es el orden divino...

 

Aparentemente la afirmación que le hace Jesús parece un poco disparatada, ¿cómo es posible que ella y todos nosotros debamos reconocernos en Él? No se trata de verlo como modelo a seguir, lo cual nos daría semejanza en acciones, alguno más, otro menos, pero sería totalmente entendible su afirmación; si nos fijamos bien en sus palabras, dice «encontrarás tu imagen hecha por Mí»  Hecha por Mí, es la afirmación, de esta manera no nos deja opción, solamente ser lo que Él ya hizo, y si lo hizo Él, entonces es perfecto, no puede ser desemejante.

 

¿Cuándo la hizo? Y, si debe ser lo que Él decide, ¿dónde queda la libertad?

Debemos recordar que la santidad del vivir en el reino del Fiat Supremo, es divina, y que la criatura por medio de ésta, desarrollará una Vida Divina. Pero, ¿cómo puede ser posible que una criatura humana pueda llegar a desarrollar una Vida Divina? La única respuesta es que ésta Vida haya sido sacada por quien tiene la Divinidad, y la haya dejado a disposición de nosotros, y aquí está el uso de nuestra libertad, pues solamente optando por ésta Vida LIBREMENTE, es como se puede pasar como naturaleza de la criatura, pues si fuera forzada, ya no sería Divina, pues Dios es libre, y por fuerza la Vida de la criatura debe ser libre. Jesús le dice a Luisa:

 

"Pequeña hija de mi Querer, esta Luz inmensa que ves es mi Suprema Voluntad, de la cual nada escapa.  Tú debes saber que al crear el cielo, el sol, las estrellas, etc., a todo le fijé sus límites, su lugar, su número, no pueden crecer ni decrecer, todas las cosas las tengo como en un puño.  ASÍ AL CREAR AL HOMBRE, AL MISMO TIEMPO CREÉ TODAS LAS INTELIGENCIAS Y CADA UNO DE LOS PENSAMIENTOS, TODAS LAS PALABRAS, LAS OBRAS, LOS PASOS Y TODO LO DEMÁS DEL HOMBRE, DESDE EL PRIMERO HASTA EL ÚLTIMO QUE DEBERÁ EXISTIR, Y ESTO ERA CONNATURAL EN MÍ, MUCHO MÁS QUE YO MISMO DEBÍA SER ACTOR Y ESPECTADOR HASTA DE UN PENSAMIENTO; Y SI EL HOMBRE NO LO PODÍA HACER SIN MÍ, ¿CÓMO NO DEBÍA YO SABERLO Y CONOCER HASTA EL NÚMERO?  ASÍ QUE EN MI VOLUNTAD NADA TODO EL OBRAR DE LAS CRIATURAS, COMO LOS  PECES NADAN DENTRO DE UN VASTO MAR. 

 

Pero habiendo creado al hombre no esclavo, sino libre, porque no era decoroso para Mí, ni obra digna salida de mis manos, si hiciera salir a este hombre atado, sin libertad, ni podría decir hagámoslo a nuestra imagen y semejanza si no lo hacía libre; quería dotarlo con la libertad. Yo era libre, libre también él, pues no hay cosa que más torture a una persona que dar un amor forzado, además causa desconfianza, sospechas, temores y casi asco en quien lo recibe.  Ve dónde tiene origen cada acto de criatura, aun un pensamiento:  En la Santidad de mi Voluntad.  Con esta diferencia, que si el hombre quiere, ese pensamiento, palabra, etc., puede hacerlo bien o mal, santo o perverso.  Ahora, mi Voluntad tuvo un dolor al ver en tantos, cambiados sus actos, de los cuales era actora, en actos mortales para Mí y para ellos, por eso quise que mi Voluntad haciéndose doblemente actora de cada acto, extendiera sobre todos otro acto divino, que debía corresponderme según la Santidad de mi Voluntad con otros tantos actos divinos; pero se necesitaba alguien para hacer esto, y he aquí a mi Humanidad Santa, libre también Ella, que no queriendo otra vida que la sola Voluntad Divina, nadando en este mar inmenso iba duplicando cada pensamiento, palabra y obra de criatura, y extendía sobre todo un acto de Voluntad Divina, y esto daba satisfacción y glorificaba al Padre divino, de modo que Él pudo mirar al hombre y abrirle las puertas del Cielo, y Yo anudaba con más fuerza a la voluntad humana, dejándola siempre libre de no separarse de la Voluntad de su Creador, causa por la que se había precipitado en tantas desgracias. (14-73)

 

Y ahora las cosas son aún más grandes:  La primera Vida fue hecha por la Segunda Persona de la Santísima Trinidad desde toda la eternidad. Pero debido al pecado original, ahora es necesario hacer una reparación, o sea pagar por todos los actos humanos realizados sin la unión de la Divina Voluntad, y volver a hacer lo hecho desde la eternidad, y esto lo lleva a cabo la misma Segunda Persona de la Trinidad (Verbo) pero encarnado (Jesús).

Y dicho sea de paso, esto aclara una frase de San Pablo que dice:

 

“Por cuanto somos hechura suya en la gracia como lo fuimos en la naturaleza, creados en Jesucristo para obras buenas, preparadas por Dios desde la eternidad para que nos ejercitemos en ellas y merezcamos la gloria”. (Ef. 2:10)

 

 No se trata de predestinación, pues se nos da la libertad de escoger, aunado a que esta Vida preparada desde toda la eternidad, reafirmada desde hace dos mil años, debe llevar el sello personal de cada criatura.

 

Sigamos ahora con la lectura con la iniciamos:

…En cambio si te quieres reconocer dentro de ti, en primer lugar no te reconocerás en verdad, pues te faltará la luz divina; en segundo lugar, todas las cosas las encontrarás en desorden y reñirán entre ellas; la miseria, la debilidad, las tinieblas, las pasiones y todo lo demás, será el desorden que encontrarás dentro y fuera de ti, que no sólo te harán la guerra a ti, sino también entre ellas para ver cuál te hace más mal, e imagínate tú misma en que orden te pondrán al prójimo. Y no sólo quiero que debas reconocerte en Mí, sino que si quieres recordarte de ti debes venir a hacerlo en Mí, de otra manera si quieres recordarte de ti sin Mí, harás más mal que bien”. (11-41)

 

 Hasta el recuerdo debemos hacerlo en Él, y si no lo hacemos de esa manera, nunca podremos integrar en nosotros lo que ha sido preparado por Dios para nosotros.

 

El prójimo, qué difícil tema, pues hay prójimos con los que tenemos empatía, pero en otros lo que existe es la antipatía, pero vistos, reconocidos en Jesús, no veremos otra cosa que a nuestro amado, y los lazos humanos se romperán para dar paso al amor por Jesús, de esta manera el prójimo será objeto de nuestro amor, pues encontraremos en él a Jesús.

 

Tema largo y complicado, que seguiremos tratando en las próximas lecciones.

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