La Ascensión; cómo partía para el Cielo y quedaba en la tierra.
(...) Estaba siguiendo la Ascensión de Jesús al Cielo, cómo era bello, todo majestad, vestido de luz fulgidísima que raptaba y encadenaba los corazones a amarlo, y mi dulce Jesús todo bondad y amor me ha dicho: