Enviado por Mariu el
Te invito a pasar por la Puerta Santa, como nos recomienda el Papa Francisco:
A la Puerta Santa cada uno llega llevando la propia vida, con sus alegrías y sus sufrimientos, los proyectos y los fracasos, las dudas y los temore, para presentarlos a la misericordia del Señor, estemos seguros que, ante la Puerta Santa, el Señor se acerca para encontrarse con cada uno de nosotros, llevar y ofrecer su poderosa palabra Consoladora, ¡No llores!
ESTA ES LA PUERTA DEL ENCUENTRO ENTRE EL DOLOR DE LA HUMANIDAD Y LA COMPASIÓN DE DIOS. Y pensemos en esto, un encuentro entre el dolor de la humanidad y la compasión de Dios.
Cruzando el umbral nosotros realizamos nuestra peregrinación hacia la misericordia de Dios que, como al joven muerto repite a todos: Yo te ordeno levántate... A cada uno de nosotros ¡Levántate! Dios nos quiere de pie, nos ha creado para estar de pie, por esto la compasión de Jesús lleva a aquel gesto de la curación, a curarnos... Y la palabra clave es ¿Levántate! Ponte de pie, como te ha creado Dios, de Pie.
Que mejor en un dia como este (15 de Agosto) en el estamos celebrando la Fiesta de la Divina Voluntad, para poner en manos de Nuestra Madre, ahora que se hace presente ante nuestra consciencia, su entrada Gloriosa como Reina y Madre, para que sea ella misma la que nos ayude a cortar, los lazos de amor humano y nos engarce como uno de los eslabones de la Cadena de Amor Divino en la Divina Voluntad.
Solo cortando el cordón umbilical, que nos mantiene atados a lazos, que por muy santos, no dejan de tener ese tinte humano que nos compromete y aleja de nuestro verdadero objetivo, que es AMAR con el “Amor de los Amores”, que diferente será Amar a nuestros semejantes, si cumplimos con nuestra Misión, repitiendo con fe, las palabras que nos enseñó Jesús a través de Luisa.
“JESÚS TE AMO, VEN LA DIVINA VOLUNTAD A AMAR EN MI” A: Nuestros padre, hij@s espos@s etc.etc.
Solo así el Cielo se hará presente en nuestra pequeña parcela, agrandandola del tal modo, que sea el Universo entero el que se beneficie, al hacer presente entre nosotros, Al Amor que ha dado su propia Vida, para resucitarnos a la Verdadera Vida que teníamos en el Paraíso, tenemos pruebas claras de que, ha pagado el Rescate y sellando con su Preciosísima Sangre, en el lugar Santo de la Nueva Alianza.
“VENGA A NOSOTROS TU REINO, Y HÁGASE TU VOLUNTAD COMO EN EL CIELO, AQUÍ ENTRE NOSOTROS”.
María Eugenia.