Fragmentos de Divina Voluntad para recordar...

Imagen de Mariu

 

EL PAPA BENEDICTO XVI EN SU LIBRO "JESÚS DE NAZARETH" DICE:

Hemos visto que Jesús es el Reino de Dios en persona; donde Él está, está el «Reino de Dios».
«La vida en este Reino es la continuación de la vida de Cristo en los suyos;

Existe una voluntad de Dios con nosotros y para nosotros que debe convertirse en el criterio de nuestro querer y de nuestro ser. Y también: la característica del «cielo» es que allí se cumple indefectiblemente la voluntad de Dios o, con otras palabras, que allí donde se cumple la voluntad de Dios, está el cielo. La esencia del Cielo es ser una sola cosa con la voluntad de Dios, la unión entre voluntad y verdad.

Pero cuando Jesús nos habla de la voluntad de Dios y del cielo, en el que se cumple la voluntad de Dios, todo esto tiene que ver con algo central de su misión personal. En el pozo de Jacob dice a los discípulos que le llevan de comer: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió» (Jn 4, 34). Eso significa: SER UNA SOLA COSA CON LA VOLUNTAD DEL PADRE es la fuente de la vida de Jesús. La unidad de voluntad con el Padre es el núcleo de su ser en absoluto.

                                                                            

…Hija mía bendita, tu debes saber que cuando la criatura ruega incesantemente para obtener un bien, adquiere la capacidad de poseer aquel bien y poseyéndolo tendrá la virtud de hacerlo poseer por los demás.

La plegaria es como el desembolso de la moneda para comprar el bien que quiere, la Plegaria forma la estima, el aprecio, el amor que se requiere para poderlo poseer. La plegaria forma el vacio en el alma donde poder encerrar el bien querido, de otra manera, si Yo quiero dar, no tendrá donde ponerlo y además no puedes darme gloria mayor que pedirme que mi voluntad sea conocida y reine, ESTA ES MI MISMA PLEGARIA, ES EL SUSPIRO Y EL LATIDO DE MI CORAZÓN, SON MIS ANSIAS ARDIENTES.

                                                                               

“Hija mía, ánimo, Yo no te dejo, sino estoy dentro de ti, si bien no siempre me ves; y tú únete siempre Conmigo, si rezas tu oración corra en la mía y hazla tuya, así todo lo que hice con mis oraciones, la gloria que di al Padre, el bien que impetré a todos, lo harás también tú; si obras, haz que tu acto corra en el mío, y éste hazlo tuyo, así tendrás en tu poder todo el bien que hizo mi Humanidad, que santificó y divinizó todo; si sufres, tu sufrir corra en el mío, y éste hazlo tuyo, y así tendrás en tu poder todo el bien que hice en la Redención. Con esto tomarás los tres puntos esenciales de mi Vida, y a medida que lo hagas, saldrán de ti mares inmensos de gracia que se derramarán para bien de todos, y Yo veré tu vida no como tuya, sino como mía”. Vol. 11 10 de Dic. 1915

                                                                                  

“Hija mía, cuando el alma vive del todo en mi Voluntad, si piensa, sus pensamientos se reflejan en mi mente en el Cielo; si desea, si habla, si ama, todo se refleja en Mí y todo lo que Yo hago se refleja en ella. Sucede como cuando el sol se refleja en un espejo, se ve en éste otro sol, todo semejante al sol del cielo, pero con la diferencia que el sol en el cielo está fijo y está siempre en su lugar, en cambio en el espejo es pasajero. Mi Voluntad cristaliza al alma, y todo su obrar se refleja en Mí y Yo, herido, raptado por estos reflejos le envío toda mi luz, de modo de formar en ella otro sol, así que parece un sol en el cielo y otro sol en la tierra. ¡Qué encanto, qué armonía entre ellos! ¿Cuántos bienes no se derraman en favor de todos! Pero si el alma no está fija en mi Querer, puede suceder como al sol que se forma en el espejo, donde es un sol pasajero y luego el espejo queda en la oscuridad, y el sol del cielo queda solo” . Vol. 11 30 Enero 1916

 

                                                                           

“Hija mía, lo que Yo contengo en la potencia, el alma lo contiene en la voluntad, así que todo el bien que verdaderamente quiere hacer, Yo lo veo como si en realidad el alma lo hubiera hecho. Yo tengo Querer y Poder, si quiero puedo, en cambio el alma muchas cosas no las puede, y el querer suple al poder, y así se va asemejando a Mí, y Yo voy enriqueciendo al alma con todos aquellos méritos que contiene su buena voluntad y que quiere hacer su voluntad”.Vol.11 2 de Marzo 1916

                                                                           

 “Hija mía, quien verdaderamente me ama y en todo hace mi Querer, su latido y el mío son uno solo, así que Yo los llamo latidos míos, y como tales los quiero en torno y aun dentro del latido de mi corazón, todos dedicados a consolarme, a endulzar todos mis latidos dolorosos, y su latido en el mío formará dulce armonía que me repetirá toda mi Vida, me hablará de las almas obligándome a salvarlas. Pero, hija mía, para hacer eco a mi latido, ¡qué desapego se necesita, debe ser más vida de Cielo que de tierra, más Divina que humana! Basta sólo una sombra, una pequeña cosa para hacer que el alma no sienta la fuerza, las armonías, la santidad de mi latido, y por lo tanto no haga eco al mío, no armonice junto Conmigo, y Yo me veo obligado a quedarme solo en mis dolores o en mis gozos, y estos dolores los tengo por las almas que, quién sabe cuánto me prometían, pero a la hora de llevarlas a cabo he quedado defraudado de sus promesas”. 1º Abril 1916

Etiqueta: