La Voluntad de Dios debe regenerar en la voluntad humana para cambiarla en Divina.

Imagen de Mariu

Todas las cosas contienen el germen de la regeneración.  La Voluntad de Dios debe regenerar en la voluntad humana para cambiarla en Divina.

 

(1) Estaba según mi costumbre fundiéndome en el Santo Querer Divino, y haciéndose delante de mi mente aquel vacío inmenso de la Santísima Voluntad Suprema, pensaba entre mí:  “¿Cómo puede ser que este vacío será llenado por la correspondencia de los actos humanos hechos en esta adorable Voluntad Divina?  Para hacer esto se deben quitar todas las barreras de la voluntad humana que impiden el paso para entrar en este ambiente eterno y celestial de la Voluntad Suprema, en la cual parece que Dios los espera, para hacer que el hombre regrese a su origen en el orden de la Creación, y sobre aquellos primeros pasos y camino en el cual había tenido su principio; sin embargo nada nuevo se ve en el mundo de bien; los pecados, como eran, tales son, más aún, son peores; y si algún despertar se oye de religión, de obras aun en círculos católicos, parecen verdaderas mascaradas de aquel bien, pero en el fondo, en la sustancia, están vicios que horrorizan más que antes; por tanto, ¿cómo podrá ser que el hombre dé la muerte como de un solo golpe a todos los vicios para dar vida a todas las virtudes, como se requiere para vivir en este ambiente de la Voluntad Suprema?  Porque para vivir en Ella no hay términos medios, vidas a mitad de virtudes y vicios, sino que es necesario sacrificar todo para convertir todas las cosas en Voluntad de Dios; la voluntad humana y las cosas humanas no deben tener más vida, sino que deben existir para cumplir en ellas la Voluntad de Dios y para hacer desarrollar su Vida en nosotros.  Ahora, mientras esto y otras cosas pensaba, mi dulce Jesús interrumpiendo mi pensamiento me ha dicho:

(2) “Hija mía, sin embargo será así, este vacío inmenso de mi Voluntad será llenado por los actos humanos hechos por las criaturas en mi Voluntad.  Mi Voluntad Divina salió del seno eterno del Ente Supremo para bien del hombre; esta nuestra Voluntad mientras hizo un acto solo al salir de Nosotros para envolver al hombre, de manera que no encontrara el camino para salir de Ella, se multiplicó luego en tantos innumerables actos para circundarlo y decirle:  ‘Mira, esta mi Voluntad no sólo te envuelve, sino que está en continua actitud de actos inmediatos para hacerse conocer por ti y recibir tu acto de correspondencia en mi Voluntad’.  Todas las cosas tienen su correspondencia, y si no la tienen se pueden llamar obras inútiles y sin valor.  La semilla arrojada bajo tierra por el sembrador quiere la correspondencia, que la semilla genere otras semillas, el diez, el veinte, el treinta por uno.  El árbol plantado por el agricultor quiere la correspondencia de la generación y multiplicación de sus frutos.  El agua sacada de la fuente da la correspondencia de quitar la sed, lavar y limpiar a quien la ha sacado.  El fuego encendido da la correspondencia del calor, y así todas las demás cosas creadas por Dios, que tienen el poder de generar, contienen la virtud de la regeneración, se multiplican y dan su correspondencia.  Ahora, ¿sólo esta Voluntad nuestra, salida de Nosotros con tanto amor, con tantas manifestaciones y con tantos actos continuados debe quedar sin su correspondencia de la regeneración de otras voluntades humanas en Divinas?  La semilla da otra semilla, el fruto genera otro fruto, el hombre genera otro hombre, el maestro forma otro maestro y, ¿sólo nuestra Voluntad, por cuán potente Ella sea debe quedar aislada, sin correspondencia y sin generar la nuestra en la voluntad humana?  ¡Ah no, esto es imposible!  Nuestra Voluntad tendrá su correspondencia, tendrá su generación Divina en la voluntad humana, mucho más que esto fue nuestro primer acto por el cual todas las demás cosas fueron creadas, es decir, que nuestra Voluntad transforme y regenere la voluntad humana en Divina.  Voluntad salió de Nosotros, voluntad queremos, todas las demás cosas fueron hechas en orden secundario, pero esto fue hecho, establecido en el orden primario de la Creación, a lo más podrá llevar tiempo, pero no terminarán los siglos, sin que mi Voluntad obtenga su finalidad.  Si ha obtenido la finalidad de la regeneración en las cosas secundarias, mucho más lo debe obtener en su finalidad primaria.  Jamás nuestra Voluntad habría partido de nuestro seno si hubiera sabido que no habría tenido sus efectos completos, esto es, que la voluntad humana quedase regenerada en la Voluntad Divina.  ¿Crees tú que las cosas serán siempre como hoy?  ¡Ah, no!  Mi Voluntad arrollará todo, pondrá confusión por doquier, todas las cosas serán trastornadas, muchos fenómenos nuevos sucederán para confundir la soberbia del hombre, guerras, revoluciones, mortalidad de todas clases, nada será evitado para derribar por tierra al hombre y disponerlo a recibir la regeneración de la Voluntad Divina en la voluntad humana, y todo lo que te manifiesto sobre mi Voluntad, y todo lo que tú haces en Ella, no son otra cosa que preparar el camino, los medios, las enseñanzas, la luz, las gracias, para hacer que mi Voluntad quede regenerada en la voluntad humana.  Si esto no debiera suceder, no te habría manifestado tanto, ni te habría tenido por tan largo tiempo sacrificada dentro de una cama para poner en ti los fundamentos de la regeneración de mi Voluntad en la tuya, y por tanto tenerte en continuo ejercicio en mi Voluntad.  ¿Crees tú que sea nada este estarme continuamente en ti, ponerte en la boca mi oración, hacerte sentir mis penas, que junto Conmigo tienen otro valor, otros efectos, otro poder?  Podría decir que estoy haciendo la primera estatua, la primera alma de la regeneración de mi Voluntad en ella, después, el hacer las copias resultará más fácil.  Por eso te digo siempre:  Sé atenta, porque se trata de mucho, y de la cosa más importante que existe en el Cielo y en la tierra, se trata de poner a salvo los derechos de nuestra Voluntad, de restituirnos la finalidad de la Creación, de volver a darnos toda la gloria por la cual todas las cosas fueron hechas, y de hacernos dar todas las gracias que nuestra Voluntad había establecido dar a las criaturas si hubieran cumplido en todo nuestra Voluntad. Vol 17 de Junio 18 de 1925.

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