¿Que cosa es el "TE AMO"?

Imagen de Mariu

   Estaba rezando y fundiéndome en el Santo Querer Divino; quería girar por todas partes, hasta en el empíreo para encontrar ese te amo supremo que no está sujeto a ninguna interrupción, quisiera hacerlo mío a fin de que también yo tuviera un te amo jamás interrumpido que pudiese hacer eco al te amo eterno, y poseyendo en mí la fuente del verdadero te amo pudiese tener un te amo por todos, por cada uno, por cada movimiento, por cada acto, por cada respiro, por cada latido y por cada te amo del mismo Jesús. 

   Y mientras me parecía llegar al seno del Eterno, haciendo mío su te amo iba repitiendo por todas partes y sobre cada cosa el estribillo de te amo para mi Supremo Señor.  Ahora, mientras esto hacía, mi pensamiento ha interrumpido mi te amo diciéndome:  “¿Qué haces?  Podrías hacer otra cosa, y además, ¿qué gran cosa es este te amo?”  Y mi dulce Jesús moviéndose como deprisa en mi interior me ha dicho:

   “¿Qué cosa?  ¿Qué gran cosa es el te amo para Mí?  Hija mía, el te amo es todo, el te amo es amor, es veneración, es estima, es heroísmo, es sacrificio, es confianza hacia quien es dirigido; el te amo es poseer a Aquél que encierra el te amo.  Te amo es una palabra pequeña, pero pesa cuanto pesa toda la eternidad.  El te amo encierra todo, abarca a todos, se difunde, se estrecha, se eleva en alto, desciende hasta lo bajo, se imprime dondequiera pero jamás se detiene. 

¿Cómo que es cosa de nada mi te amo hija mía?  Su origen es eterno, en el te amo el Padre Celeste me generó, y en el te amo procedió el Espíritu Santo, en el te amo el Fiat eterno hizo  toda la Creación, y en el te amo perdonó al hombre culpable y lo redimió; así que en el te amo el alma encuentra todo en Dios y Dios encuentra todo en el alma, por eso el valor del te amo es infinito, está lleno de vida, de energía, no se cansa jamás, supera todo y triunfa sobre todo; por eso quiero ver este te amo dirigido a Mí sobre tus labios, en tu corazón, en el vuelo de tus pensamientos, en las gotas de tu sangre, en las penas y en las alegrías, en el alimento que tomas, en todo.  La vida de mi te amo debe ser larga, larga en ti, y mi Fiat que reina en ti pondrá el sello del te amo Divino”.

    Después de esto, frente a mi mente se ha presentado en un punto altísimo un sol, su luz era inaccesible, de su centro salían continuas llamitas, conteniendo cada una un te amo, y conforme salían se ponían en orden alrededor de esta luz inaccesible, pero estas llamitas quedaban como atadas por un hilo de luz a aquella luz inaccesible que alimentaba la vida de esas llamitas; estas llamitas eran tantas que llenaban Cielo y tierra.  Me parecía ver a nuestro Dios como principio y origen de todo, y las llamitas, la Creación toda como parto divino y de puro amor, también yo era una pequeña llamita y mi dulce Jesús me incitaba a tomar mi vuelo por cada llamita para poner en ellas el doble te amo.  Yo no sé cómo me he encontrado fuera de mí misma para girar en medio de esas llamitas e imprimir mi te amo en cada una de ellas, pero eran tantas que me perdía, pero una fuerza suprema me hacía volver a tomar el orden y el giro de mi te amo.

    Después me he encontrado en un vasto jardín, y con gran sorpresa mía he encontrado a mi Reina Mamá, la cual acercándose a mí me ha dicho:

    “Hija mía, ven junto Conmigo a trabajar en este jardín, debemos plantar flores y frutos celestiales y divinos, ya casi está vacío, y si algunas plantas hay, son terrestres y humanas, por lo tanto conviene arrancarlas para hacer que este jardín sea del todo agradable a mi Hijo Jesús.  Las semillas que debemos plantar son todas mis virtudes, mis obras, mis penas, que contienen el germen del Fiat Voluntas Tua; no hubo cosa que Yo hiciera que no contuviera este germen de la Voluntad de Dios, me habría contentado con no hacer nada antes que obrar, sufrir sin este germen.  Toda mi gloria, la dignidad de Madre, la altura de Reina, la supremacía sobre todo, me venía de este germen; toda la Creación, todos los seres me reconocían dominante sobre ellos porque veían en Mí reinante a la Voluntad Suprema.  Por eso todo lo que hice Yo, y todo lo que has hecho tú con este germen del Querer Supremo, lo uniremos junto y plantaremos este jardín”.

   Entonces hemos fundido juntas las semillas que tenía la Mamá Celestial, que eran muchas, y las pocas mías, que no sé cómo me las he encontrado, y hemos comenzado a formar surcos para poner las semillas.  Pero mientras esto hacíamos, fuera de los muros del jardín, que eran altísimos, se oían rumores de armas, de cañones y que se golpeaban en modo horrible, así que nos hemos visto obligadas a correr para prestar ayuda; habiendo llegado, se veían gentes de varias razas, de diversos colores, y muchas naciones unidas juntas que hacían batalla y daban terror y espanto.  Pero mientras esto veía me he encontrado en mí misma, pero con tal espanto, y con el dolor de no haber dicho ni siquiera una palabra a mi Celestial Mamá acerca de mi duro estado.  Sea siempre bendita la Santísima Voluntad de Dios y todo sea para gloria suya.    VOL. 17 DEL 2 DE AGOSTO DE 1925.

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