Los vuelos del Alma en el Querer Divino PARTE 2

Imagen de Mariu
Quien no hace la Voluntad de Dios es como una constelación celestial que sale de su puesto,  como un miembro dislocado. Ella es día para quien la hace y noche para quien no la hace.  

 

Habiendo terminado de escribir el libro anterior y debiendo comenzar otro, sentía el peso de escribir, y casi amargada he suspirado, y mi dulce Jesús moviéndose en mi interior se hacía ver que movía la cabeza y suspirando me ha dicho: “Hija mía, ¿qué hay, qué hay, cómo, no quieres escribir?” Y yo casi temblando al verlo suspirar por causa mía he dicho:  “Amor mío, quiero lo que quieres Tú, es verdad que siento el sacrificio de escribir, pero por amor tuyo haré todo.”  Y Jesús ha agregado:
 
“Hija mía, tú no has comprendido bien qué significa vivir en mi Voluntad, mientras tú suspirabas, la Creación y todos y hasta también Yo he suspirado junto contigo, porque para quien vive en Ella, una es la vida, uno el acto, uno el movimiento, uno el eco, no se puede hacer menos que hacer la misma cosa, porque Dios es el movimiento primero y todas las cosas creadas, habiendo salido de un movimiento lleno de vida, no hay cosa que no posea su movimiento, y todos giran alrededor del movimiento primero de su Creador, entonces la Creación toda está en mi Voluntad y su giro es incesante, rápido, ordenado, y quien vive en Ella tiene su puesto de orden en medio de ellas, y gira con rapidez junto con todas las cosas creadas sin cesar jamás.  Hija mía, ese suspiro tuyo de pesar, en todas ha formado su eco, ¿y  qué cosa han sentido?  Como si una constelación quisiera salir de su puesto, del orden, del rápido giro en torno a su Creador, y al ver esta constelación celestial como salir de en medio de ellas, todas han quedado sacudidas y como obstaculizadas en su giro, pero rápidamente recobradas por tu pronta adhesión han continuado con orden su rápido giro, alabando a su Creador que las tiene unidas a Sí para hacerlas girar en torno a Él.  ¿Qué dirías tú si vieras salir una estrella de en medio de las demás y descender a lo bajo?  ¿No dirías:  Ha salido de su puesto, no hace más vida común con las demás, es una estrella perdida?  Tal es quien viviendo en mi Voluntad quisiera hacer la suya, se aparta de su puesto, desciende de la altura de los Cielos, pierde la unión con la Familia Celestial, se separa de mi Voluntad, se separa de la Luz, de la Fuerza, de la Santidad, de la semejanza divina, se separa del orden, de la armonía y pierde la rapidez del giro en torno a su Creador.  Por eso sé atenta, porque en el reino de mi Querer no hay pesares, amarguras, sino que todo es alegría, no hay cosas forzadas, sino todo es espontaneidad, como si la criatura quisiera hacer lo que Dios quiere, como si lo quisiera hacer ella misma.” Yo he quedado espantada al oír esto de mi dulce Jesús, y comprendía el gran mal que es hacer la propia voluntad y le pedía de corazón que me diera tanta gracia para no hacerme caer en un mal tan grave.  Pero mientras esto hacía, mi amado Bien ha regresado, pero se hacía ver con sus miembros casi todos dislocados, que le daban un dolor indecible y arrojándose en mis brazos me ha dicho: “Hija mía, estos miembros dislocados que me dan tanto dolor son todas las almas que no hacen mi Voluntad; Yo con venir a la tierra me constituí cabeza de la familia humana y ellas son mis miembros, pero estos miembros venían formados, anudados nuevamente, vinculados, por medio de los humores vitales de mi Voluntad; conforme Ella corre en ellos, así vienen puestos en comunicación con mi cuerpo y quedan reafirmados cada uno en su puesto.
 
 Mi Voluntad como médico piadoso no sólo hace correr sus humores vitales y divinos para formar la circulación necesaria entre la cabeza y los miembros, sino que les forma su perfecto vendaje para hacer que queden atados y firmes los miembros bajo su cabeza.
 
 Ahora, faltando mi Voluntad en ellos, falta quien ponga el calor, la sangre, la fuerza, el mando de la cabeza para volver obrantes los miembros, falta quien los vende si están dislocados, falta todo, se puede decir que todas las comunicaciones entre los miembros y la cabeza están rotas, y están en mi cuerpo para darme dolor.
 
 Es sólo mi Voluntad la que pone de acuerdo y en comunicación al Creador y a la criatura, al Redentor y a los redimidos, al Santificador y a los santificados; sin Ella, la Creación, la Redención, son como si fueran nada para ellos, porque falta quien haga correr la vida y los bienes que contienen; los mismos Sacramentos les servirán de condena, porque faltando mi Voluntad en ellos falta quien rompa el velo de los Sacramentos para darles el fruto y la vida que contienen.
 
 Por eso mi Voluntad es todo, sin Ella nuestras obras más bellas, nuestros prodigios más grandes, quedan extraños a las pobres criaturas, porque Ella sola es la depositaria de todas nuestras obras y por lo tanto sólo por medio suyo son dadas a luz a las criaturas.  ¡Oh! si todos supieran qué significa hacer o no hacer mi Voluntad, todos se pondrían de acuerdo con Ella para recibir todos los bienes posibles e imaginables y la transmisión de la misma Vida Divina.”
 
Después de esto estaba haciendo mis acostumbrados actos en el Supremo Querer, y como casi era el alba del día estaba diciendo:  “Jesús mío, amor mío, es ya el principio del día y yo en tu Querer quiero girar por todas las criaturas, a fin de que resurgiendo de su sueño resurjan todas en tu Voluntad, para darte la adoración de todas las inteligencias, el amor de todos los corazones, el resurgimiento de todas sus obras y de todo su ser en la luz que este día hará resplandecer en todas las generaciones.”  Mientras esto y otras cosas decía, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:
 
“Hija mía, en mi Voluntad no hay días ni noches, ni albas ni ocasos, sino que uno es su día, siempre en la plenitud de su luz, y quien vive en Ella puede decir:  ‘Para mí no hay noches, sino siempre es día, por eso uno es mi día.’  Y conforme obra para cumplir mi Voluntad y para desenvolver su vida en Ella, forma otras tantas luces fulgidísimas en el día de su vida, que vuelven más glorioso, más bello, el día de mi Querer donde ella vive.
 
 ¿Sabes tú para quién viene formado el día y la noche, el alba y el ocaso?  Para quien ahora hace mi Voluntad y ahora la suya:  Si hace la mía forma el día, si hace la suya forma la noche; quien vive del todo en Ella forma la plenitud del día, quien no vive del todo sino que sólo con esfuerzo hace mi Voluntad, forma el alba; quien se lamenta de lo que Ella dispone y quiere sustraerse, forma el ocaso; y para quien de hecho no hace mi Voluntad, es siempre noche perenne, principio de aquella noche eterna del infierno que no tendrá jamás fin. VOL. 20 DEL 20 DE SEPTIEMBRE DE 1926
 
 

 

Lo que hace el Fiat Supremo en cada cosa creada

y las lecciones que da a las criaturas para venir a reinar en medio de ellas.

 
Estaba haciendo mi acostumbrado giro en toda la Creación para poder amar, glorificar, como ama y glorifica el mismo Fiat Divino en todas las cosas creadas.  Pero mientras esto hacía pensaba entre mí:  “Mi dulce Jesús me hace girar por toda la Creación, como para alcanzar su Voluntad en todos 
Luisa Piccarreta                                                                                                                       Volumen 20 1672               
sus actos, hacerles compañía, darles un mi te amo, un gracias y un te adoro, y pedirle que pronto venga su reino, pero yo no sé todo lo que hace este Fiat Divino en cada cosa creada, quisiera saberlo a fin de que uno sea mi acto con el suyo.”  Ahora, mientras esto pensaba, mi siempre amable Jesús, todo bondad ha salido de dentro de mi interior y me ha dicho: “Es justo que la pequeña hija de mi Querer sepa lo que hace Aquél de donde ha salido su origen.  Tú debes saber que mi Fiat Eterno no sólo llena toda la Creación y es vida de cada cosa creada, sino que tiene esparcidas todas nuestras cualidades en todo lo creado, porque la Creación debía servir de paraíso terrestre a la familia humana, y por lo tanto debía ser el eco de las bienaventuranzas y felicidades del Cielo; si no hubiera contenido las alegrías y contentos de la patria celestial, ¿cómo podía formar la felicidad de la patria terrestre?  Mucho más que una era la Voluntad, tanto la que beatificaba el empíreo como la que debía hacer feliz la tierra.  Ahora, ¿quieres saber qué cosa hace mi Voluntad en el cielo, en aquel azul que se ve siempre firme y extendido sobre la cabeza de todos y no hay punto en que no se vea el cielo, de noche y de día está siempre en su puesto?  Mira, nuestra Voluntad tiene esparcida nuestra eternidad, nuestra firmeza que jamás se cambia, está siempre en su equilibrio perfecto, que por ninguna circunstancia se cambia jamás, y mientras ama glorifica nuestra eternidad, nuestro Ser inmutable, hace feliz a la tierra y dice al hombre:  ‘Mira, toma por modelo el cielo que está siempre extendido sobre tu cabeza, sé siempre firme en el bien como lo soy Yo, siempre extendida aquí para protegerte, a fin de que también tú como segundo cielo que está poblado de estrellas, que a tu ojo te parecen tan unidas al cielo que se puede decir que las estrellas son hijas del cielo, así también tú si eres firme en el bien, el cielo de tu alma será poblado de estrellas, como tantos partos e hijas tuyas.’  Así que haciendo tu giro en la Creación, cuando llegues al cielo, también tú, unida con nuestra Voluntad ames y glorifiques nuestra eternidad, nuestro Ser inmóvil que jamás se cambia, y pídele que haga firmes a las criaturas en el bien, a fin de que sean el reflejo del cielo y gocen la felicidad que lleva un bien continuado y jamás interrumpido.” Después siguiendo tu giro en el espacio de la Creación llegarás al sol, astro del cielo más cercano a la tierra, para llevar a las criaturas la fuente de la felicidad terrestre y las similitudes de las bienaventuranzas y gustos de la felicidad de la patria celestial.  ¿Quieres tú entonces saber qué hace mi Voluntad en el sol?  Glorifica nuestra luz interminable, nuestros gustos innumerables, ama y glorifica la infinitud de nuestras dulzuras, las indescriptibles tintas de nuestras bellezas, y con su calor hace eco a nuestro inmenso Amor.  ¡Oh! cómo nos exalta el sol, ama y glorifica nuestro Ser 
Luisa Piccarreta                                                                                                                       Volumen 20 1673               
Divino, y así como nuestra Divinidad develada beatifica con actos siempre nuevos toda la patria celestial, así el sol, eco fiel de su Creador, portador celeste de la Majestad Suprema velada por su luz, en la cual mi Voluntad domina y reina, lleva a la tierra la felicidad terrestre, lleva su luz y su calor, lleva la dulzura y los gustos casi innumerables a las plantas, a las hierbas, a los frutos, lleva el color y el perfume a las flores y tantas variadas tintas de belleza que hacen feliz y embellecen toda la naturaleza.  ¡Oh! cómo ofrece el sol, más bien mi Voluntad en el sol, por medio de las plantas, de los frutos, de las flores, a las generaciones humanas la verdadera felicidad terrestre, y si no la gozan plenamente es porque se han separado de aquella Voluntad que reina en el sol, y la voluntad humana poniéndose en contra de la Divina destruye su felicidad.  Y mi Voluntad velada en la luz del sol, dice al hombre desde la altura de su esfera, mientras ama y alaba nuestras cualidades divinas:  ‘Sé siempre luz como lo soy Yo en todo lo que tú haces, a fin de que la luz te convierta todo en calor y llegues a ser como una sola llama de amor para tu Creador; mírame, con ser Yo siempre luz y calor poseo la dulzura, tan es verdad que la comunico a las plantas y de las plantas a ti; también tú, si eres siempre luz y calor poseerás la dulzura divina, no tendrás más hiel y coraje en tu ánimo, poseerás los gustos y las varias tintas de las bellezas del Ser Supremo, serás sol al igual que Yo, mucho más que Dios ha hecho este sol para ti, y tú has sido hecho para Él, por lo tanto es justo que seas más que sol.’  Ves hija mía cuántas cosas tienes que hacer unida con mi Voluntad en esa esfera del sol, tienes que alabar, amar y glorificar nuestra luz, nuestro Amor, nuestras infinitas dulzuras, nuestros gustos innumerables y nuestra belleza incomprensible, y tienes que conseguir a las criaturas todas las cualidades divinas que contiene el sol, a fin de que mi Voluntad encontrando las cualidades divinas, en medio de ellas venga a reinar develadamente con su pleno triunfo en medio de las generaciones humanas.  Y ahora hija mía, descendamos a la parte baja de la tierra, pongámonos en el mar donde están acumuladas masas de aguas cristalinas, símbolo de la pureza divina; estas aguas caminan siempre, no se detienen jamás, no tienen voz y murmuran, no tienen vida y son fuertes, de modo que forman tan altas sus olas que arrollan y hacen pedazos naves, gentes y cosas, y después que han destruido las cosas que han investido, descienden pacíficas en su playa, como si nada hubieran hecho, continuando su acostumbrado murmullo.  ¡Oh! cómo mi Voluntad en el mar alaba, ama y glorifica nuestra Potencia, nuestra Fuerza, nuestro movimiento eterno que jamás se detiene, y si nuestra Justicia forma sus justas olas fragorosas para destruir ciudades y gentes, como mar pacífico después de la tempestad nuestra paz jamás es perturbada, y mi Voluntad velada por las aguas del mar le dice al hombre:
 
 ‘Sé como estas aguas cristalinas, pero si quieres ser puro camina siempre hacia el Cielo, de otra manera te corromperías como se corromperían estas aguas tan puras si no caminaran siempre; el murmullo de tu oración sea continuo si quieres ser fuerte y potente a la par de Mí, si quieres echar por tierra a los más fuertes enemigos y a tu voluntad rebelde que me impide develarme y salir de este mar para venir a reinar en ti y extender en ti el mar pacífico de mi Gracia.’  ¿Será posible que quieras estar por debajo de este mar que tanto me glorifica?  También tú alaba, ama y glorifica nuestra Pureza, nuestra Potencia, Fuerza y Justicia, unida con mi Voluntad que te espera en el mar como a hija suya, nuestro movimiento eterno hacia las criaturas para hacerles el bien, el murmullo continuo de nuestro Amor por medio de las cosas creadas, que mientras murmura amor, quiere la correspondencia continua del murmullo del amor continuo de las criaturas, y pide a mi Voluntad que les de las cualidades divinas que ejercita en el mar, a fin de que venga a reinar en medio de aquellos que la tienen rechazada en toda la Creación.  Por eso si quieres saber qué cosa hace mi Voluntad en toda la Creación, gira en ella, y mi Fiat encontrando a su hija en todas las cosas creadas, se develará y te dirá lo que hace hacia la Divina Majestad y la llamada y las lecciones que quiere dar a las criaturas.” VOL. 20 DE 1º DE NOVIEMBRE DE 1926
 
 
Noviembre 10, 1926  
Quien vive en el Querer Divino encierra en sí toda la Creación y es el reflector de su Creador.  Dos efectos del pecado.  
Mis días se alternan siempre entre las privaciones y las breves visitas de mi dulce Jesús, que muchas veces son como relámpago que huye, y mientras huye quedo con el clavo traspasante de, ¿cuándo regresará?  Y suspirando lo llamo:  “Jesús mío, ven, regresa a tu pequeña exiliada, y regresa de una vez para siempre, regresa para llevarme al Cielo, no me dejes más en mi largo exilio porque no puedo más.”  Pero por cuanto lo llamaba, en vano eran mis llamadas.  Entonces, abandonándome en el Santo Querer 
Luisa Piccarreta                                                                                                                       Volumen 20 1685               
Divino hacía  por cuanto más podía mis acostumbrados actos, girando por toda la Creación, y mi dulce Jesús moviéndose a compasión de mi pobre alma, que no podía más, ha sacado un brazo de dentro de mi interior y todo piedad me ha dicho: “Hija mía, ánimo, no te detengas, tu vuelo en mi Eterno Querer sea continuo.  Tú debes saber que mi Voluntad en todas las cosas creadas hace su oficio continuo, y en cada cosa su acto es distinto, no hace en el cielo lo que hace en el sol, ni en el sol lo que hace en el mar, mi Voluntad tiene en cada cosa su acto especial, y si bien mi Voluntad es una, sus actos son innumerables.  Ahora, el alma que vive en Ella viene a encerrar en sí todos los actos que hace en toda la Creación, así que debe hacer lo que Ella hace en el cielo, en el sol, en el mar, etc., todo debe encerrar en ella, para hacer que el alma siga todos sus actos, y no sólo eso, sino para tener el acto de correspondencia de la criatura.  Por lo tanto, si tu acto no es continuo mi Voluntad no te espera, sigue su curso, pero en ti deja el vacío de sus actos, y entre tú y Ella queda una cierta distancia y desemejanza. Ahora, tú debes saber el gran bien que encierras con encerrar en ti todo lo que hace mi Voluntad en la Creación:  Mientras tú sigues sus actos recibes el reflejo del cielo y se forma y se extiende en ti el cielo, recibes el reflejo del sol y se forma en ti el sol, recibes el reflejo del mar y se forma en ti el mar, recibes el reflejo del viento, de la flor, de toda la naturaleza, en suma de todo, y ¡oh! cómo se eleva desde el fondo de tu alma el cielo que protege, el sol que ilumina, calienta y fecunda, el mar que inunda y que forma las olas de amor, de misericordia, de gracia y de fortaleza a favor de todos, el viento que purifica y lleva la lluvia sobre las almas incendiadas por las pasiones, la flor de la adoración perpetua a tu Creador, por eso es el prodigio de los prodigios.  El vivir en mi Querer es el verdadero triunfo del Fiat Supremo, porque el alma se vuelve el reflector de su Creador y de todas nuestras obras, porque nuestra Voluntad sólo triunfa completamente cuando pone en el alma lo que Ella puede y sabe hacer, quiere ver no sólo a Aquél que la ha creado, sino a todas sus obras, no está contenta si le falta aun la más mínima cosa que le pertenezca; las almas del Fiat Supremo serán nuestras obras, no incompletas sino completas, serán los nuevos prodigios, jamás vistos ni conocidos, ni por la tierra ni por el Cielo; ¿cuál no será el encanto, la sorpresa de los mismos bienaventurados cuando vean entrar en su patria celestial a la primera hija del Fiat Divino?  ¿Cuál no será su contento, su gloria, al ver que lleva consigo a su Creador con todas sus obras, esto es, el cielo, el sol, el mar, toda la tierra florida con sus variadas bellezas?  Reconocerán en ella la obra completa de la Eterna Voluntad, porque solo Ella sabe hacer estos prodigios y estas obras completas.” 
Luisa Piccarreta                                                                                                                       Volumen 20 1686               
Después continuaba mi abandono en el Eterno Fiat para recibir sus reflejos, y mi dulce Jesús ha agregado: “Hija mía, mi Mamá Celestial fue la primera que ocupó el primer puesto en el Cielo como Hija del Querer Supremo, y como fue la primera tiene en torno a Ella el lugar para todos los hijos del Fiat Supremo.  Así que en torno a la Reina del Cielo se ven tantos puestos vacíos, que no pueden ser ocupados por otros, más que por sus copias, y como fue Ella la primera de la generación de mi Voluntad, el reino del Fiat se llamará también el reino de la Virgen.  ¡Oh! cómo se reconocerá en estos hijos nuestros la soberanía sobre toda la Creación, porque ellos en virtud de mi Voluntad gozarán vínculos indisolubles con todas las cosas creadas, estarán en continuas relaciones de comunicaciones con ellas, serán los verdaderos hijos en los cuales el Eterno Creador se sentirá honrado y glorificado de tenerlos por hijos, porque reconocerá en ellos su Voluntad Divina obrante, que ha reproducido sus verdaderas imágenes.” Después de esto pensaba entre mí:  “Mi primer padre Adán, antes de pecar poseía todos estos vínculos y relaciones de comunicación con toda la Creación, porque poseyendo él íntegra la Voluntad Suprema era como connatural sentir en sí todas las comunicaciones dondequiera que Ella obraba, ahora, ¿al sustraerse de este Querer tan santo no sintió el desgarro que hacía de toda la Creación, el rompimiento de todas las comunicaciones y todos los vínculos rotos como de un solo golpe por él?  Si yo sólo con pensar si debo o no hacer un acto y sólo con titubear siento que el cielo tiembla, que el sol se retira, que toda la Creación se sacude y está en acto de dejarme sola, tanto que yo misma tiemblo junto con ellos, y espantada, súbito, sin dudar, hago lo que debo hacer.  ¿Cómo pudo hacerlo?  ¿No sintió este desgarro tan cruel y doloroso?”  Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho: “Hija mía, Adán sintió este desgarro tan doloroso, y a pesar de todo cayó en el laberinto de su voluntad que no le dio más paz, ni a él ni a sus descendientes; como de un sólo golpe toda la Creación se retiró de él, retirándose la felicidad, la paz, la fuerza, la soberanía, todo, quedó solo en sí mismo, ¡pobre Adán, cuánto le costó el sustraerse de mi Voluntad!  Al sólo sentirse aislado, no más cortejado por toda la Creación, sentía tal espanto y horror, que llegó a ser el hombre miedoso, temía de todo y aun de mis mismas obras, y con razón, pues se dice:  ‘Quien no está conmigo está contra Mí.’  No estando él más vinculado con ellas, por justicia se debían poner contra él.  Pobre Adán, hay que compadecerlo mucho, él no tenía ningún ejemplo de otro que hubiera caído y del gran mal que le hubiera sucedido, para que pudiera estar atento a no caer, él no tenía ninguna idea del mal, porque, hija mía, el mal, el pecado, la caída de otro, tiene dos 
Luisa Piccarreta                                                                                                                       Volumen 20 1687               
efectos:  Para quien es malo y quiere caer, sirve como ejemplo, como empuje, como incentivo para precipitarse en el abismo del mal; para quien es bueno y no quiere caer, sirve como antídoto, como freno, como ayuda y como defensa para no caer, porque viendo el gran mal, la desventura de otro, sirve de ejemplo para no caer y para no seguir ese mismo camino, para no encontrarse en aquella misma desventura, así que el mal de otros hace estar atentos y ser cautos, por eso la caída de Adán es para ti de gran ayuda, de lección, de llamada, mientras que él no tenía ninguna lección del mal, porque el mal entonces no existía.” VOL. 20 DEL 10 DE NOVIEMBRE DE 1926
 
 
Octubre 12, 1929  
Con vivir en el Divino Querer, el querer humano asciende y el Divino desciende.  Cómo se adquieren las prerrogativas divinas. 
Luisa Piccarreta                                                                                                                       Volumen 27 2220                
Estaba haciendo mi acostumbrado giro en el Fiat Divino, y llamando todo lo que había hecho en la Creación y Redención, los ofrecía a la Majestad Divina para impetrar que la Divina Voluntad fuese conocida, a fin de que reine y domine en medio a las criaturas.  Pero mientras esto hacía pensaba entre mí:  “¿Cuál es el bien que hago con repetir siempre estos giros, actos y ofrecimientos?  Y mi amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho: “Hija mía, cada vez que giras en nuestras obras y te unes a los actos que hizo mi Fiat en la Creación y Redención para ofrecérnoslos, tú das un paso hacia el Cielo y mi Divina Voluntad da una paso hacia la tierra, así que conforme tú subes, Ella desciende, y mientras queda inmensa se empequeñece y se encierra en tu alma para repetir junto contigo tus actos, tus ofrecimientos, tus oraciones, y Nosotros sentimos que nuestro Querer Divino ruega en ti; sentimos salir de ti su respiro; sentimos su latido, que mientras late en Nosotros, al mismo tiempo late en ti; sentimos la potencia de nuestras obras creadoras, que alineándose en torno a Nosotros, ruegan con nuestro poder divino que nuestra Divina Voluntad descienda a reinar sobre la tierra; mucho más, porque en lo que tú haces no eres una intrusa, o bien un individuo que no ocupando ningún oficio no tiene ningún poder, sino que has sido llamada, y en modo especial te ha sido dado el oficio de hacer conocer nuestra Divina Voluntad y de impetrar que nuestro reino sea constituido en medio a la familia humana.  Por eso hay gran diferencia entre quien ha recibido un oficio de Nosotros, y entre quien no ha recibido ningún empeño.  Quien ha recibido un oficio, todo lo que hace lo hace con derecho, con libertad, porque tal es nuestra Divina Voluntad, ella representa a todos aquellos que deben recibir el bien que queremos dar por medio del oficio a ella dado, así que no eres sólo tú la que das un paso hacia el Cielo, sino todos aquellos que conocerán mi Divina Voluntad, y Ella descendiendo, desciende por medio tuyo en todos aquellos que la harán reinar, por eso el único medio para obtener el reino del Fiat Divino, es servirte de nuestras obras para obtener un bien tan grande.” Después continuaba siguiendo los actos de la Divina Voluntad, y habiendo llegado al punto cuando llamó de la nada a la Soberana Reina, me he detenido a comprenderla; toda bella, majestuosa, sus derechos de Reina se extendían a todas partes, Cielo y tierra doblaban las rodillas para reconocerla como Emperatriz de todos y de todo, y yo desde el fondo de mi corazón veneraba y amaba a la Soberana Señora, y de pequeña cual soy quería dar un salto sobre sus rodillas maternas para decirle:  “Mamá Santa, toda bella Tú eres, y tal eres porque viviste de Voluntad Divina.  ¡Ah! Tú 
Luisa Piccarreta                                                                                                                       Volumen 27 2221               
que la posees, pídele que descienda sobre la tierra y venga a reinar en medio a tus hijos.”  Pero mientras esto hacía, mi adorado Jesús ha agregado: “Hija mía, mi Madre, aunque no hubiera sido mi Madre, sólo porque hizo perfectamente la Divina Voluntad y no conoció otra vida, y vivió en la plenitud de Ella, en virtud del vivir siempre de mi Fiat habría poseído todas las prerrogativas divinas, lo mismo habría sido Reina, la más bella de todas las criaturas, porque donde reina mi Fiat Divino quiere dar todo, no se queda con nada, es más, la ama tanto, que haciendo uso de sus estratagemas amorosas se esconde, se empequeñece en la criatura, amando el hacerse dominar por ella.  En efecto, ¿no fue un dominar lo que hizo la Soberana del Cielo de mi Querer Divino, que llegó a hacerme concebir y a esconderme en su seno?  ¡Oh! si todos conocieran qué sabe hacer y qué puede hacer mi Querer Divino, harían todos los sacrificios para vivir sólo de mi Voluntad.” 
 
 
 

Etiqueta: