La desatención quita la vida a las obras buenas y amargan mas a Jesus

Imagen de Esperanza Melara

El mal de la distracción.

Septiembre 6, 1905

Esta mañana después de haber esperado mucho, veía a nuestro Señor crucificado, y yo estaba besando las llagas de sus manos, reparando y rogando que santificara, perfeccionara, purificara todas las obras humanas por amor de cuanto había sufrido en sus santísimas manos, y el bendito Jesús me ha dicho:

“Hija mía, las obras que más irritan mis manos, y que más me amargan y agrandan mis llagas son las obras buenas hechas con distracción, porque la distracción quita la vida a las obras buenas, y las cosas que no tienen vida están siempre próximas a pudrirse, por eso a Mí me dan nauseas, y al ojo humano es más escándalo la obra buena hecha sin atención, que el mismo pecado, porque el pecado se sabe que es tiniebla, y no es maravilla que las tinieblas no den luz; pero la obra buena que es luz y da tinieblas ofende tanto al ojo humano, que no sabe más dónde encontrar la luz, y por eso encuentra un obstáculo en el camino del bien.”